La ruptura entre el espacio que responde a Mariano West y los sectores camporistas, representados en el concejal Walter Festa, condiciona la vida política en el oficialismo de Moreno, territorio manejado históricamente por el PJ, columna vertebral en el Frente Para la Victoria (FPV) de aquel distrito.
Como explicara Letra P, la decisión de Festa generó bronca en los hasta hace poco compañeros de gestión, que le apuntaron por dilapidar lo hecho en el municipio, siempre “ligado” a la Nación y Provincia, que tiene al territorio como uno de los predilectos a la hora de desplegar asistencia.
En más de una oportunidad, el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Eduardo Aparicio, se mostró con West en un claro gesto político en los días que el funcionario de ANSES anunciaba que no tenía otro camino más que el de su candidatura al 2015. El problema, obviamente, es que el deseo interfiere en la continuidad del Jefe comunal, caudillo político del oeste en el Conurbano.
A través de Peronismo Kirchnerista (PK), línea interna de La Cámpora, el concejal reunió gente para anunciar lo que era obvio: no acompañará más cualquier decisión del bloque oficialista en el Concejo Deliberante que maneja José Luis Barreiro, un antiguo colega de militancia que se enfureció los días en que se rumoreaba la ruptura.
Enemigo interno
Cuando la temperatura en el FPV alcanzaba niveles insostenibles, West viajó hasta La Plata para ser uno de los primeros mandatarios en adherirse a la Policía Local, en otra clara muestra de blindaje ante la presión interna que volvió a demostrarse por estas horas.
También coincidió con la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez, y se paseó con otros funcionarios de Daniel Scioli para aclarar que ante cualquier amenaza de los que manejan agrupaciones juveniles tiene en qué respaldarse.
Pero luego de que se presentara por escrito un pedido de creación del bloque “Futuro Moreno”, que fuera denegado y obligara a realizar una conferencia de Festa, se blanqueó la existencia de un sub bloque.
“Legalmente somos parte del FPV, y no queremos irnos con el massismo. Dejamos bien claro las diferencias con el Intendente porque somos parte del proyecto nacional y popular”, le aseguró el concejal con pertenencia en el espacio de Ottavis a Letra P. “Estamos trabajando para que no nos cierren las puertas hacia delante”.
Ahora, con la muestra de que los PK pueden definir situaciones límites, la preocupación –a pesar de que ganaron tiempo– crece.