Se trata del timonel de Pampa Energía, Marcelo Mindlin, quien controla el grupo empresarial eléctrico más importante del país que tiene sus fichas puestas en las tres áreas clave del sector: generación, transporte y distribución.
Hoy por hoy, el diálogo entre Mindlin y el Gobierno está limitado al mínimo indispensable y las señales provenientes de los tribunales federales prometen sumar nuevas complicaciones.
En las últimas semanas, los camporistas que conducen la CAMMESA, Esteban Kiper y Juan Manuel Abud, se toparon con un llamativo requerimiento judicial en el marco de la millonaria demanda que Edenor –la nave insignia del holding eléctrico de Mindlin– entabló contra el Estado por el incumplimiento de la renegociación contractual acordada en 2006.
Ante un oficio de la jueza en lo contencioso administrativo federal, María José Sarmiento, las autoridades de la administradora del mercado eléctrico (MEM) tuvieron que responder una serie de interrogantes sobre la situación económica y el nivel de cumplimiento que ha tenido Edenor en los últimos meses, a la hora de pagar las facturas de la energía eléctrica que recibió del sistema nacional.
En las respuestas giradas al juzgado, la CAMMESA puntualizó que “Edenor cumplió con el pago de sus obligaciones con el MEM regularmente hasta octubre de 2012, fecha a partir de la cual comenzó a demorarse en la cancelación de las facturas”.
Agregó que desde ese momento, Edenor manifestó “su decisión unilateral de reducir el pago de la facturación mensual en un 50%, aduciendo que el objeto de esa medida era la de preservar el servicio público que tenía a su cargo”.
“Ese porcentaje de pago –destacó el informe oficial– se fue reduciendo progresivamente, siendo en la actualidad del 2%; es decir que solo abona el 2% de la factura emitida por CAMMESA”.
Por último, el escrito de los funcionarios de CAMMESA, precisó que la deuda total de Edenor con el MEM alcanzó, a fines de junio, la suma de $ 4.032.178.759.
La causa judicial en curso se inició a principios de este año cuando Edenor acudió a los Tribunales para solicitar el “dictado urgente de una medida cautelar para poder mantener un servicio eficaz y seguro”.
La distribuidora eléctrica denunció que el Gobierno no cumplió con el otorgamiento de los aumentos tarifarios que se habían fijado en la renegociación contractual de 2006 para actualizar sus ingresos operativos.
Ante esa situación, salió a reclamarle al Estado “una asistencia económica en forma inmediata –ya sea por un ajuste tarifario transitorio o por subsidios– de $ 258 millones mensuales para poder hacer frente al pago de los sueldos y a las tareas mínimas de mantenimiento para que no se vea afectada la prestación del servicio.
En sus oficinas de Barrio Parque, Mindlin y los directivos de Pampa Energía esperan para antes de fin de año un fallo favorable de primera instancia que condene al Estado a abonar la compensación en juego.
Mientras tanto, los números de Edenor siguen en rojo. Según la comunicación elevada a la Bolsa la semana pasada, la distribuidora viene acumulando una pérdida de $ 4 millones por día que la han llevado a cerrar el primer semestre del año con un quebranto de $ 723 millones.