Política

Todos contentos: como Mariotto, el Aprevide de Granados desligó a Banfield del tiroteo entre la barra

El organismo encargado de los operativos de seguridad en los estadios bonaerenses informó que no sancionará al club Banfield luego del feroz tiroteo entre la barra, en el estadio, hace menos de dos semanas. “El informe policial determino que lo ocurrido fue fuera de la cobertura del operativo dispuesto para el partido” y “los hechos ocurrieron media hora después de la finalización del operativo y con el estadio sin público”, argumentó el Aprevide. Testigos narraron tras aquel encuentro contra Brown de Adrogué que un grupo de personas había irrumpido a los tiros, incluso ingresando al estadio. Fuentes cercanas al club, en diálogo con Letra P, habían criticado duramente al Aprevide porque “ellos tienen todo registrado, saben quiénes son”; y hasta el vicegobernador Gabriel Mariotto había responsabilizado casi exclusivamente a la Policía, negando tal interna entre las facciones que se disputan el poder en el club del sur.

El pasado domingo 6 de abril, el puntero de la B Nacional le ganaba 2 a 1 a Brown de Adrogué en el Florencio Sola. Pero lejos de festejar, en la tribuna se vivieron momentos muy tensos una vez finalizado el partido, ya que un grupo de personas disparó contra otras, ingresando a la institución.

 

Fuentes cercanas a la dirigencia de Banfield le habían resumido a Letra P que la explicación era nada más y nada menos que la interna en aquella barra -como en la mayoría de los clubes-. “Hay un grupo que hoy tiene la posibilidad de dirigir la situación en la tribuna, que está conformado por personas de todo tipo, de distinta procedencia y de distintos oficios. Afuera quedó otro grupo, que su composición es un poco más homogénea y la procedencia no es de cualquier tipo: vienen todos de la cárcel. Tradicionalmente ellos eran los que manejaban la barra”, comentaron.

 

Como narrara este portal en su momento, fue el vicegobernador e hincha de Banfield, Gabriel Mariotto -que además estuvo en la cancha aquel día-, quien desligó a la barra en sí y apuntó directamente a la policía.

 

“Esto no fue un enfrentamiento de barras; hubo un grupo de delincuentes que entró a la tribuna 20 minutos después de terminado el partido a disparar a mansalva a otros hinchas”, dijo el presidente del Senado bonaerense, y agregó que “una vez terminado el partido, lamentablemente la policía se retiró. Esta es otra práctica que también tenemos que advertir: cuando termina el partido, la policía antes de barrer el estadio para que quede vacío ya estaban haciendo la cola en las ventanillas para cobrar el adicional, entonces lo que hubo fue una desaprensión policial en materia de no seguir con la custodia del espectáculo hasta que se retire el último ciudadano de las gradas. Fue una torpeza”.

 

Este jueves, el organismo que hace muy poco cambió de titular a pedido del ministro de Seguridad Alejandro Granados, informó mediante su cuenta de Twitter que “entre hoy y mañana se tendrán caratulados los hechos que ocurrieron la última fecha,la resolución estará para la semana que viene”; que “el informe policial determino que lo ocurrido fue fuera de la cobertura del operativo dispuesto para el partido”; que “los hechos ocurrieron media hora después de la finalización del operativo y con el estadio sin público”; y que “lo ocurrido fue caratulado como un hecho delictivo que nada tiene que ver con la institución”.

 

Por eso, la conclusión fue que “por tal motivo el Club Atlético Banfield no será sancionado ya que no tiene responsabilidad alguna en lo ocurrido”.

 

En diálogo con este medio, allegados a Banfield habían criticado con dureza al organismo creado por el gobernador Daniel Scioli en 2012. “El Aprevide tiene la foto, el nombre, la dirección, el oficio y las condenas de cada uno. Tienen todo registrado. Ellos saben quiénes son. Está todo guardado en unos biblioratos”, denunciaron, concluyendo casi resignados que “hasta que no haya una solución política definitiva esto va a seguir”.

 

Rodrigo De Loredo, jefe del bloque UCR en la Cámara de Diputados.
Javier Milei y el papa Francisco. 

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