“Francisco no se va a meter en la interna de ningún estado. Me parece caprichoso y traído de los pelos”. La afirmación de Gabriel Mariotto, quien sumó más polémica al entredicho impulsado desde La Nación y Perfil, refutado por el sumo Pontífice, otorga un nuevo capítulo de disputa entre el oficialismo y los medios que critican cada medida.
Además, reconoció que “éste gobierno, criticado por los ataques a la prensa” fue el encargado de despenalizar las calumnias e injurias, pero advirtió que las tapas de los diarios “están enmarcados en calumnias e injurias que no están penalizadas”.
En declaraciones a Radio Nacional, el titular del Senado bonaerense reconoció que mantuvo diálogos con Francisco, al que le “había interesado” el sistema participativo de plenarios, que tendrá una tercera emisión el 26 de febrero en el conurbano bonaerense. “Nos envió unas líneas con motivo del tercer plenario que hemos agradecido mucho”, dijo el funcionario, antes de referirse de los planteos que hace la cabeza mundial de la iglesia católica.
“El Papa tiene bastantes problemas que atender como para que nos fuera a recibir a nosotros, es una falta de respeto la nota que salió publicada”, había dicho el titular de la Unión Industrial Argentina (UIA), Juan Carlos Sacco, quien indirectamente coincidió con el jefe de gabinete argentino, Jorge Capitanich.