El secretario de Deportes de la provincia Alejandro Rodríguez había asegurado en pleno escándalo por los barras argentinos en el Mundial de Brasil que el gobierno bonaerense continuaría con la prohibición de concurrencia para el líder del grupo de violentos del club de Avellaneda, Pablo “Bebote” Álvarez. “Queremos dejar en claro cuál es nuestra postura taxativamente, no permitiremos que este personaje ingrese a ningún estadio de la Provincia”, había disparado el funcionario.
Lo cierto es que nuevamente ahora reapareció este personaje en las instalaciones del Rojo y ningún dirigente opinó al respecto.
Desde el Gobierno provincial le dijeron a Letra P que no emitirán opinión porque “no depende de nosotros; si el presidente (por Moyano) abre las puertas del club no podemos hacer nada”.
En ese sentido hicieron hincapié en que no pueden meterse “porque no está la ley que proponemos para poder sancionar”, apuntando al proyecto que presentó meses atrás el diputado Martín Insaurralde en el Congreso, ideado en conjunto con Rodríguez.
“La Provincia afronta con mucha responsabilidad la seguridad pública y deportiva. Hemos prohibido el público visitante, exigido a los clubes el derecho de admisión, logramos la deportación de más de 100 barrabravas en el mundial de Brasil y además presentamos proyectos de ley que apuntan a desarmar a estos delincuentes y tipificar como delito su figura y la de reventa de entradas. Queda en evidencia que el gobernador Daniel Scioli quiere ir a fondo para meter tras las rejas a esta mafia que atenta contra las familias que tienen pleno derecho de vivir en una sociedad más segura”, dijo en su momento el secretario de Deportes.
Ahora, el día después de que se difundieran las imágenes de un nuevo papelón protagonizado por barras que gozan de total impunidad para hacer lo que quieren, dirigentes y funcionarios provinciales y nacionales permanecen en silencio.
Pollos y picado
Este último domingo al mediodía, la barra de Independiente organizó la juntada de fin de año, reuniéndose nada más y nada menos que en las instalaciones del club: en los alrededores de Bochini y Alsina y en el mismísimo campo de juego.
Con todas las puertas abiertas, los violentos hicieron lo que quisieron: decenas de pollos asados y hasta un partido de fútbol en el césped en donde juega la Primera todos los fines de semana.
“El domingo en Alsina y Bochini hacemos el asado de fin de año. Traigan para brindar por el Rojo. Desde las 9 hs. hasta que baje el sol. Traigan las parrillas los barrios que laburan”, escribió Bebote en su cuenta de Facebook este último viernes.