“La coherencia es nuestra gran virtud, aunque a algunos les duela”, dijo Hermes Binner, con la copa en alto, durante el discurso que dio el miércoles 17 en su tradicional brindis de fin de año. Lo rodeaban, entre otros, referentes del Partido Socialista; Humberto Tumini y Victoria Donda, de Libres del Sur; Margarita Stolbizer, del GEN; Jorge Valinotto, del Frente Cívico de Córdoba; y Mario Cafiero, de Proyecto Sur. Sin radicales a la vista – tal vez los destinatarios de la frase del ex gobernador santafesino- la foto se asemejaba mucho más a la del Frente Amplio Progresista (FAP), que salió segundo en las elecciones 2011, que a la del Frente Amplio UNEN (Faunen).
Un día después, un almuerzo reunió a la plana mayor de los mismos partidos que habían participado del brindis. En el mismo lugar, el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (Cemupro, las oficinas del socialismo en Buenos Aires), los líderes ratificaron “el rumbo de centroizquierda de la coalición”. Por la tarde, en un evento organizado por Stolbizer, se les sumó Julio Cobos. Los tres encuentros, con sus correspondientes fotos, marcan el presente y probablemente el futuro del Faunen, cada vez menos parecido al espacio que se presentó en abril.
Con gestos, palabras y acciones, Binner dedicó sus últimos días a mostrar la cohesión interna del FAP, espacio que se muestra consolidado desde su fundación, aunque en 2013 perdió a uno de sus socios, Unidad Popular de Víctor de Gennaro y Claudio Lozano, que se oponían al acercamiento al radicalismo. A la composición original del FAP se sumó Proyecto Sur, en sintonía con la idea del “rumbo de centroizquierda”.
“El FAP está muy fuerte”, empezaron a repetir casi en simultáneo los dirigentes de esas fuerzas. Otros, más pesimistas, se arrepienten de haber avanzado en el acuerdo del Faunen. “Nunca tendríamos que habernos acercado a los radicales ni a Carrió. Tendríamos que haber seguido consolidando el FAO”, se lamenta un dirigente del espacio. Con picardía, Tumini aportó el gesto que sintetiza esa idea durante el brindis que organizó socialismo: usó un prendedor con el símbolo del FAP en su saco. El gesto fue elocuente.
Pero el ex gobernador santafesino todavía no da por muerto al Faunen. “El espacio sigue, claro. Pero tenemos que ver cómo”, dice el socialista a sus colaboradores. En realidad, el futuro del Faunen depende de las definiciones internas del radicalismo. Éste fue el tema que dominó la reunión privada que mantuvieron Binner y Cobos el martes, en un despacho de la Cámara de Diputados. Aunque las definiciones tendrán que esperar, el socialista y el radical coincidieron en la voluntad de seguir trabajando juntos.
De cumplirse con el anuncio de Elisa Carrió, el radicalismo sellaría su acuerdo con Mauricio Macri en abril de 2015, un mes antes de que se oficialicen las listas de candidatos para las elecciones presidenciales. Pero antes de mostrar su alianza con el PRO, la UCR deberá pasar por la Convención Nacional, órgano partidario encargado de definir las alianzas electorales. Según trascendió desde la UCR, la Convención podría realizarse durante la primera quincena del mes de marzo, en Gualeguaychú. Los sectores de Cobos y Ricardo Alfonsín buscan que el encuentro partidario se adelante a febrero.
El resultado de la Convención será decisivo para el futuro político del Faunen y de los dirigentes radicales que lo componen. De ratificarse la postura que plantea que los radicales tienen libertad de acción para hacer sus movimientos políticos, todo parece indicar que Ernesto Sanz acordará con Macri – tal vez, como su candidato a vice -, los caciques provinciales cerrarán alianzas según su conveniencia distrital – algunos, con Sergio Massa- y el sector de Cobos y Alfonsín se refugiarán en la centroizquierda del Faunen. “Si la Convención decide eso, no habría ningún impedimento legar para hacer eso”, confirman en el entorno del mendocino.
Así, el ex vicepresidente podrá, terminar de sellar su acuerdo con Binner, algo que puede llegar a traducirse en una fórmula presidencial, que hoy alientan varios dirigentes del sector. Mientras tanto, ambos deberán dedicarse a resolver los rompecabezas de sus territorios. Binner necesita apuntalar a Miguel Lifschitz, su delfín, para retener la provincia de Santa Fe, algo vital para su proyecto presidencial.
Cobos está ante una decisión complicada. Alfredo Cornejo, el radical que lidera las encuestas en Mendoza, buscará un acuerdo con Macri, impulsado por Sanz. Si Cobos decidiera ser candidato en su provincia, rompería el esquema pro-macrista definido por el partido y, según las encuestas, ganaría con comodidad. Pero el mendocino asegura que peleará por la Presidencia.
Derrumbados en las encuestas, los dirigentes de la centroizquierda piensan más en el futuro lejano que en el próximo. Con esa idea, Binner irá “por la heroica” y apostará a la consolidación del espacio progresista. “En Uruguay la construcción del Frente Amplio llevó 30 años. Nosotros vamos hacia ese tipo de construcción. No pensamos en acuerdos electorales para ganar”, dicen cerca del santafesino, que lanzará formalmente su candidatura en enero, en Mar del Plata, durante el campamento de la Juventud Socialista. El anuncio de la fórmula presidencial completa del Faunen se hará después de que el radicalismo defina el futuro de sus dirigentes.