Tal como relató este portal y según contaron vecinos del lugar, los felinos fueron llevados al municipio a la madrugada y alojados en un playón ubicado frente a la oficina de Turismo. La filmación comenzó alrededor de las 10 de la mañana y siguió hasta la tarde.
Posteriorimente, en un documento al que tuvo acceso este portal, se puede observar con detalle el guión de la filmación.
La historia comenzaba con escenas de jungla, en donde se iban a ver animales persiguiendose entre ellos, con “violencia natural y stress de no ser cazado”, tal como lo escribieron.
Allí es cuando aparece por primera vez el tigre de bengala, como observador de todo ese espectáculo. “Nos enfocamos en un tigre que observa todo eso contemplativamente; no parece gustarle lo que ve”, se indica en el guión.
Entonces, el felino levanta una pata de repente y para un taxi, en el que sube en el asiento de atrás, como un pasajero normal.
El tigre viaja por Panamericana -siempre siguiendo el guión de los publicistas de Massa-, hasta que llega a Tigre, se baja y comienza a caminar por las calles de ese distrito.
Y ahí comienza a observar otra realidad, en donde se ven las famosas cámaras de seguridad del COT. “Hay tranquilidad. Observa el río. Viaja en lancha. Pasea por el puerto de frutos. Huele algunos. Una familia le sonríe. Se mete en un restaurant. Vemos un primer plano del menú y su garra señalándole al mozo que quiere ´bife de motochorro´ o ´de delincuente´”, relata el insólito guión.
El animal culmina su agitado día volviéndose en taxi “y antes de subir, mira hacia atrás Tigre. Todo se ve tranquilo y hermoso”.
“Entonces cierra la puerta del taxi y lo deja ir. Se va a quedar un poco más. Quizás un tiempo más largo”, cierra, con un mensaje final: “Salí de la jungla. Este verano vení a Tigre. Parece un país distinto”.
Pero todo quedó trunco, porque al enterarse de la situación y tras escuchar las denuncias de los vecinos del lugar, el gobierno de Scioli interrumpió la filmación y labró un acta de infracción, con una multa a la productora por violar el artículo 267 del Código Rural.
El artículo mencionado establece la prohibición de la “introducción de animales vivos de especies foráneas, ya sea en libertad o en criadero, salvo que medie autorización expresa y previa del organismo competente”.
El tigre iba a ser restituido “al circo itinerante que es el titular”.