La interna del radicalismo trabó la votación del proyecto del Parlamento del Mercosur (Parlasur) en el Senado. Una jugada de Julio Cobos el martes en la sesión de Diputados dejó a Ernesto Sanz y Gerardo Morales sin margen para habilitar el tratamiento del proyecto sobre tablas, como lo habían acordado con el oficialismo.
Los jefes de la UCR en la Cámara alta habían negociado con el presidente de la bancada kirchnerista, Miguel Ángel Pichetto, que el bloque iba a permitir que la iniciativa se votara en el recinto en la sesión del miércoles, trámite para el cual se necesitaba una mayoría de dos tercios. Sin embargo, el radicalismo finalmente se tuvo que negar a habilitar el debate sobre tablas del proyecto, obligado por la jugada de Cobos en Diputados.
Sucede que, para que el hecho de habilitar el tratamiento especial no se contradijera de manera burda con la votación legislativa, Sanz y Morales habían enviado a la Cámara baja –al parecer, sin consulta previa al bloque de la UCR en ese cuerpo- la orden de que los diputados se abstuvieran en el voto. “La orden de máxima era votar a favor. La de mínima, era abstenerse”, cuenta una fuente del radicalismo.
Pero los diputados decidieron que, teniendo en cuenta que el radicalismo tenía un dictamen de minoría propio, no correspondía abstenerse sino votar en contra, “para defender su dictamen”. Esa postura, liderada por Cobos, fue la que se impuso en la votación a la que convocó antes de la sesión el jefe del bloque, Mario Negri, para resolver el tema. La decisión arrastró a sus todavía socios del Frente Amplio Unen, que en la previa pensaban abstenerse y terminaron oponiéndose al proyecto.
El resultado de la votación enfureció a Sanz y Morales, que se vieron obligados a incumplir su acuerdo con el oficialismo para no quedar expuestos. El voto en contra en Diputados los empujó a no habilitar en tratamiento sobre tablas, ya que hubiera sido un contrasentido colaborar para llegar a los dos tercios para luego oponerse a la iniciativa. La otra opción, votar diferente en cada Cámara, hubiera dejado al bloque en ridículo. El proyecto había obtenido dictamen de comisión el mismo miércoles por la mañana, pocas horas después de haber sido aprobado en Diputados por la mayoría kirchnerista y aliados.
Desde el sanzismo atribuyeron el fracaso a la maniobra de Cobos, supuestamente “molesto” ante los resultados que dejó el congreso de la UCR mendocina, que habilitó los acuerdos con Mauricio Macri. Por ese mismo motivo, según las fuentes, un grupo de diputados cercanos a Cobos hizo circular una nota en la que le exigen a Sanz que se aparte de la conducción de la UCR mientras siga con su campaña presidencial. “Está desesperado por lo que pasó en su provincia”, dijeron.
El fastidio de Pichetto con el incidente del Senado quedó al descubierto en plena sesión. “No me banco más nada, estoy saturado”, protestó el jefe de la bancada kirchnerista. Para aprobar el proyecto antes de fin de año, tal como quiere la Presidenta, al oficialismo no quedará más opción que sesionar en medio de las Fiestas de fin de año, algo que irritó a todos los senadores, que deberán concurrir al Congreso el 29 de diciembre. La mayoría de ellos debe viajar desde el interior especialmente para la sesión. Reunir el quorum en esa fecha será un dolor de cabeza para la bancada oficialista.