El coqueteo de Hugo Moyano con el PRO no es novedad, pero en las últimas horas se intensificaron los rumores de un acercamiento aún más estrecho entre ambos.
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El coqueteo de Hugo Moyano con el PRO no es novedad, pero en las últimas horas se intensificaron los rumores de un acercamiento aún más estrecho entre ambos.
Es que llamativamente, en la previa de un nuevo partido de Independiente en el Libertadores de América, se vieron cientos de afiches y volantes del partido de Macri repartidos por todos los alrededores del estadio.
Eso, acompañados por imponentes pasacalles amarillos que cruzaban de vereda a vereda en los accesos al club, con el nombre del ex presidente de Boca y de los dirigentes Daniel García, Gladys González y Laura Garibaldi.
El líder de la CGT opositora ganó las elecciones en el Rojo inmediatamente después del ascenso a Primera División, a mediados de este año. En la lista estuvo presente el legislador porteño Cristian Ritondo, que actualmente es el primer vocal titular de la Comisión Directiva y hombre fuerte en la gestión.
Ritondo, vicepresidente primero de la Legislatura porteña, fue clave en uno de los acuerdos económicos que logró Independiente en la gestión del camionero: el sponsor del Banco Ciudad.
Ese arreglo millonario para que la entidad aparezca en la espalda de la camiseta del Rojo también llamó la atención al mundo político, porque se mostró a Moyano cercano como nunca al mundo Macri. Todo, en una coqueta presentación formal de la que participó además el presidente del Ciudad, Rogelio Frigerio.
Eso, sumado a una acción que dejó con la boca abierta a los sciolistas, cuando en septiembre se enteraban que Moyano había decidido mudar las cuentas del sindicato de Camioneros desde el Banco Provincia hacia el Banco Ciudad. Como publicó en su momento en exclusiva Letra P, para la entidad que preside Gustavo Marangoni no fue un tema menor, ya que el activo del gremio rondaba los 500 millones de pesos.
De esta manera, y mientras su hijo Facundo se muestra cercano a Sergio Massa, Moyano transita el camino hacia 2015 sin hacer declaraciones ruidosas por ahora, pero mostrando gestos que dicen mucho, cada vez más pegado a Macri.