Política

Una extraña encuesta lleva paz a Massa y relativiza el pase de MI al FR

Letra P.- El gurú massista español, Antonio Sola, mandó a medir las costumbres de los bonaerenses en el cuarto oscuro. Según el sondeo, el 70% elige boleta por el presidente y el 20% por los intendentes. Ahora no buscarían un aspirante a gobernador de peso, sino uno de confianza del tigrense.

En el Frente Renovador (FR) ya no se desvelan rastreando un candidato a gobernador de fuste para la provincia de Buenos Aires. Aunque Felipe Solá mantiene intactas sus intenciones de volver a La Plata y se cansan de dar por hecho el salto de Martín Insaurralde a sus filas, la lectura del escenario que hoy manejan en el massismo es que tener a Sergio Massa como candidato a presidente, sumado a un férreo acuerdo con una liga de intendentes cada vez más amplia, hace que la definición del votante pase por las puntas de la boleta y no por el centro. Algo que llevó tranquilidad no sólo a los propios jefes comunales, sino al mismo diputado y ex jefe de Gabinete.

 

Entre los intendentes alineados con el FR circuló un temor por largos meses. Según su visión, si el massismo no ponía un candidato a gobernador fuerte detrás del “Massa presidente”, corrían el riesgo de que el corte de boleta hacia otro candidato peronista, como podría ser Insaurralde en una hipotética propuesta del FPV encabezada por Daniel Scioli como aspirante a la primera magistratura, los arrastre hacia una derrota. Atento a esto, el consultor español Antonio Sola, nuevo gurú del massismo, mandó a medir este miedo.

 

Los resultados de esa extraña encuesta aplacaron los ánimos en el massismo. Según sus números, el 70% del electorado define su voto por el candidato a presidente de la boleta; mientras que un 20% lo decide por el pago chico, es decir, por el aspirante a intendente. El 10% restante se reparte entre los que miran el cuerpo central de la boleta, el candidato a gobernador y los candidatos legislativos. Es decir, que el 90% de los votantes elige qué papeleta mete en el sobre por sus extremos.

 

Con este sondeo, Antonio Sola le sacó un problema de encima a Massa. El consultor que acercó el publicista Ramiro Agulla y que tiene un largo currículum trabajando para la derecha a nivel mundial (Mariano Rajoy y José María Aznar en España, con Juan Manuel Santos en Colombia o Vicente Fox en México), consiguió llevar tranquilidad a los intendentes pero también a Massa. Desde su entorno, aseguran que el líder del FR no quería llegar a un cuadro de urgencia, que lo obligue a cerrar un acuerdo con un aspirante a la gobernación que mida bien en las encuestas pero de cuya fidelidad desconfíe. “No quiero pasar lo que pasó (Carlos) Menem con (Eduardo) Duhalde”, dicen que dice, ya colocándose en el sillón de Rivadavia.

 

Si Massa confía ciegamente en los resultados de la encuesta que pidió el estratega español, podrá darse el gusto de llevar como candidato a gobernador a un hombre de su más extrema confianza, independientemente de lo que mida ese dirigente en las encuestas. Lo que empuja a un cuadro en el que pierden chances candidatos prelanzados que no integran el círculo más íntimo del tigrense, como Darío Giustozzi o Jesús Cariglino, y ganan enteros hombres más cercanos, como el propio Felipe Solá.

 

Este escenario también desinfla un rumor que circuló con fuerza en las últimas horas, que hablaban de un acercamiento de Massa con Francisco de Narváez. Un candidato que traería algunas soluciones, como financiación propia y abundante y un nombre que no necesita instalación, pero también una larga lista de problemas y reclamos entre aquellos con deseos de pelear en 2015 y que vienen impulsando la figura de Massa desde hace largos meses.

 

Lo que resta resolver es qué pasará con Insaurralde. “Los intendentes no están preocupados de que el kirchnerismo lleve a Insaurralde como candidato a gobernador, porque saben que Insaurralde va a jugar acá”, sostienen voces massistas. “Y tener a Insaurralde y no usarlo, sería ilógico”, afirman. Lo que está claro es que el intendente de Lomas de Zamora –de licencia– no cumple ni de cerca el ítem de “extrema confianza” que Massa estaría buscando en su candidato a gobernador.

 

El temor que tienen ahora en el FR ya no se llama Insaurralde sino Florencio Randazzo. En las filas massistas creen que los trabajos con los ferrocarriles calaron hondo en el conurbano y que si el ministro de Transporte bajara a la provincia, ahí sí se complicaría el cuadro. Incluso, algunos creen que si el FPV lograra armar la lista Scioli Presidente-Randazzo gobernador, Massa podría llegar a presidente en 2015 tras un balotaje, pero que casi con seguridad perderían en la provincia de Buenos Aires. Aunque las mismas fuentes que admiten esta preocupación, afirman que las posibilidades de un acuerdo electoral de esa índole en las filas kirchneristas va de lo utópico a lo imposible.

 

Guillermo Britos, Victoria Villarruel y Claudia Rucci. 
Raul Paolasso presidente del Banco de Córdoba y representante de Martín Llaryora en Abappra

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