El presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, tuvo hoy su baño de Conurbano. Fue al arribar a la Universidad Nacional de La Matanza para recibir un doctorado Honoris Causa y de paso volver a explicar las bondades del nuevo Código Civil y Comercial.
En medio de la tirantez con los camporistas Julián Álvarez y Eduardo De Pedro, el magistrado tendrá una instantánea con el intendente Fernando Espinoza que dirige el PJ bonaerense y que tampoco termina de confraternizar con la agrupación de Máximo Kirchner; sino que se apoya en intendentes y gobernadores detrás de Daniel Scioli.
La pelea entre Lorenzetti y el kirchnerismo tiene hoy por hoy dos ejes diferenciados. En primer lugar, tal como ya lo hizo saber, el cortesano no aprueba la reforma del Código Procesal Penal por el poder que le daría a Alejandra Gils Carbó. La procuradora general está convencida de que las recientes causas contras fiscales de su confianza son impulsadas por el operador Javier Fernández, cercano a Lorenzetti.
El auditor Fernández atiende todos los frentes. En su rol de empresario – es accionista en el grupo de medios de Sergio Spolszky – ha tenido algunas novedades incómodas y algún entredicho con Matías Garfunkel. El Gobierno observa con fastidio como este holding luego de haber recibido millones de pesos en pauta inicia el proceso de contracción.
En segundo término, Lorenzetti rechaza los planes del Gobierno que hablan de ampliar la Corte. El ex senador, Nicolás Fernández, cercano al juez, hizo una planchada por el Senado en busca de esas intenciones pero el resultado que obtuvo habría sido decepcionante. Si existe un proyecto de ampliación, todavía hiberna en Olivos.
Espinoza viene fogoneando a la Juventud Peronista en un armado que se mueve lejos de La Cámpora. Igual, el intendente, tiene que hacer equilibrio fino porque el camporista Álvarez tiene buena relación con Daniel Scioli (el primer local partidario de la campaña presidencial del gobernador se hizo en Lanús) cuya candidatura Espinoza alienta con la idea de ser aspirante a la gobernación.
El lugar común del intendente y La Cámpora es el Colegio de Abogados de La Matanza donde Alberto Fornaro fue electo con el apoyo de Espinoza y también del kirchnerismo duro. Es también uno de los ambientes predilectos del ministro saliente de la Corte Raúl Zaffaroni.