Desde las elecciones del año 2011, los porteños eligen autoridades de las Juntas Comunales de la Ciudad de Buenos Aires para que los barrios cuenten con autoridades políticas a quién presentar reclamos o evacuar consultas sin tener que dirigirse hacia las oficinas centrales del Gobierno.
A pesar de que cada una de las quince comunas de la Capital Federal cuenta con un cuerpo colegiado de siete miembros elegidos por el voto popular, sus funciones son escuetas y poco conocidas por los vecinos.
Por esa razón, el vicepresidente del bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura porteña, Gabriel Fuks, presentó un proyecto de ley para que en cada Junta Comunal se realice una “agenda comunal” para informar a los vecinos y que estos puedan controlar a los comuneros, un puesto político que ningún Poder Ejecutivo priorizó hasta que la Justicia medió.
De las últimas tres administraciones de la Ciudad de Buenos Aires, ninguna quiso poner en funcionamiento a las Comunas. Sólo se hizo efectiva su presencia por medio de un fallo judicial que obligó al gobierno de Mauricio Macri a instrumentar las quince Juntas Comunales.
Tan complicada fue la puesta en práctica de estos gobiernos descentralizados que, desde que entraron en escena, tuvieron dificultades y siempre son vistos de reojo por el Gobierno porteño.
La Ciudad de Buenos Aires está dividida en quince comunas, todas esas poseen una Junta Comunal que está dirigida por un presidente (actualmente son todos del PRO) y seis comuneros. Estos siete miembros son elegidos por el voto popular y los lugares ocupados por cada fuerza política se rigen según el resultado de las últimas elecciones. Es decir, hay comuneros del macrismo, del kirchnerismo y de UNEN que comenzaron su mandato en 2011 y lo finalizan en 2015.
Ni bien debutaron en la escena política, las Juntas Comunales recibieron un duro impacto desde el Gobierno macrista. El jefe de Gobierno porteño, dos meses después de las elecciones, firmó el decreto 376/2011 y autorizó la formación de las Unidades de Atención Ciudadana (UAC), una jugada para restarle poder a los comuneros.
Es que Aníbal Ibarra, Jorge Telerman y Mauricio Macri siempre temieron la posibilidad de que se formen mímesis de legislaturas en los barrios. Al tener representantes de distintos partidos en todas las comunas, se formaría un gobierno paralelo al central ejercido por el Ejecutivo.
Ese temor choca de frente,y hasta parece una paradoja, el objetivo de la Ley de Comunas. Dotar a los barrios de un gobierno descentralizado que pueda mantener un contacto más fluido con los vecinos. La resistencia política a las comunas se vio reflejada, también, en las pocas herramientas que tienen los comuneros.
Actualmente, realizan tareas de bacheo, arboleda y cuidado de veredas; aunque también aspiran a poder manejar licitaciones. Mientras el PRO cree que se llegó a un techo, el kirchnerismo y el resto de la oposición pelea para que los comuneros puedan hacer más trabajos e incidir en mayor grado en las políticas apuntadas a vecinos que, en algunos barrios, ni saben que existen las autoridades comunales.
Concretamente, la iniciativa del legislador Fuks plante como “obligación” los comuneros la creación de una “Agenda Comunal”. Se trataría de una publicación que sirva para el “control y acercamiento” del trabajo de las autoridades con los vecinos.
Además, se exige a cada uno de los integrantes de la Junta Comunal que publique en la sede y subsedes “una cartelera a la vista de los vecinos con su Agenda Comunal de trabajo de la semana siguiente”. Según consta en el expediente elaborado por el diputado kirchnerista, los comuneros deberán especificar día y horario en el que trabajarán en la sede o en la subsede para que los vecinos “puedan localizarlos”.
También, los miembros de la Junta Comunal indicarán en la cartelera las áreas en las que se desarrolla y sus datos de contacto, como el teléfono celular y el correo electrónico. A su vez, Fuks quiere que los vecinos no queden afuera del Consejo Consultivo Comunal, un organismo integrado por entidades vecinales, organizaciones y partidos políticos que tienen trabajo territorial en la comuna.
En ese sentido, el proyecto plantea que se publique el lugar, días y horarios de las reuniones del plenario y las distintas comisiones del Consejo Consultivo Comunal para que los vecinos puedan acceder a esos datos que, en algunas comunas, pasan desapercibidos. Por último, se exige que toda la información se expongan en la página web de la Comuna.