Con Sergio Massa volcado a conseguir aliados en todo el país, sus representantes en el Gran Buenos Aires deben sobrellevar algunas dificultades internas que marcan el andar del Frente Renovador en los municipios más importantes.
Todo el juego de la popular tercera sección electoral, se pliega a lo digitado desde Tigre. Pero la calma es el único deseo de los armadores que tiene el ex titular de la Anses en la zona sur del conurbano bonaerense.
“No hay que distraerse en disputas personales y trabajar para que Sergio Massa sea presidente de la Argentina en 2015”. Las palabras de Diego Molea, rector de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, marcan la temperatura en el espacio.
Es que en algunos distritos las rencillas aumentaron y muestran algunos dirigentes que se resisten en el hermético espacio que busca consolidarse en los cargos ejecutivos luego de la gran elección del 2013.
“Nuestro esfuerzo debe estar únicamente puesto en delinear las políticas para dar respuestas a los problemas de la gente”, insistió Molea, casi en sintonía con el lanzamiento de Nicolás Russo, desde Esteban Echeverría.
Las declaraciones del también titular del Colegio de Abogados lomense, marcan el malestar hacia el riñón del FR con algunos dirigentes que están preocupados por cuidar su quinta en vez de para el espacio. Algunas miradas inquisidoras se posan sobre dirigentes pioneros del partido con despacho en La Plata.
Según pudo constatar este portal, todo se incrementa por la “poca predisposición” de los que saben que no pueden llegar a jugar internas locales pero confeccionan armados que debilitan el partido.
“Hoy la única certeza que tenemos es que el 27 de octubre del año pasado la gente eligió a nuestro candidato a presidente que es Sergio Massa. El resto de las candidaturas a gobernadores, intendentes y concejales se van definir en las Paso”, sostuvo.
De esa forma, la nueva camada massista busca exponer un modelo orgánico en las bases, para no ponerle palos en la rueda al modelo de cambio que busca instalar Massa con los representantes en cada punto del país, con el aporte del siempre necesario del Conurbano.
El panorama se empiojó luego de las elecciones de término medio donde nacieron disputas fuertes en la tierra de Darío Díaz Pérez, un territorio complejo por la gestión que lleva adelante el mandatario peronista, quien tiene sus propios inconvenientes.
“Tenemos que seguir fuertes”, se le escuchó decir a otro armador, mientras la disputa comienza a hacerse cada vez más dura.