Antes de la lectura, Nilda Eloy, integrante de la asociación Ex Detenidos Desaparecidos, le dijo a Letra P que “habría que analizar muy bien qué significa una década ganada”; ya que una de las consignas elegidas fue “sin López no hay década ganada”. Entonces, Eloy recordó que el gobierno “lo que necesita es impunidad para las fuerzas de seguridad represivas, porque es la única manera de contener un modelo económicamente tan injusto, necesitan eso”. En este marco también deslizó sobre la flamante designación de Alejandro Granados que “debutó con un suicidio en una comisaría; así inauguró su mandato”.
“El reclamo está absolutamente presente, que somos muchos a los que nos importa. Jorge no está `vivito y coleando´ en ningún lado, estamos acá porque tenemos todo el derecho a reclamar su aparición con vida y el juicio y castigo a los responsables de su desaparición”, agregó.
Otro de los protagonistas de la movilización y que se pronunció en duros términos fue Carlos Zaidman, de la misma asociación, cuando dijo que “hay que preguntarle a quien dice que acá no despareció nadie, qué pasó con López. Hace 7 años que venimos diciendo que Jorge Julio López desapareció, acá mismo en la puerta de esta Municipalidad, denunciamos la desaparición del compañero”.
Con los ojos vidriosos, el compañero de López también reclamó por Luciano Arruga y dejó un mensaje a la clase dirigente: “poner esto bajo la alfombra es construir una historia con pie de barro”.
Este año, a diferencia de las últimas movilizaciones, la concurrencia fue mayor. La columna de gente que ocupó cuatro cuadras de extensión dejaban ver banderas de las asambleas de inundados, de la FULP, el PO, el movimiento Justicia y Libertad, PTS, MAS, Frente Dario Santillán, Juventud Guevarista, ATE, entre varias agrupaciones más.
Además, la presencia de los inundados también se hizo sentir en la lectura del documento final, en donde se incluyó un párrafo en el que se pidió por la derogación del Código de Ordenamiento Urbano, el esclarecimiento de víctimas fatales y la ejecución certera de los subsidios; además de cargar las responsabilidades contra Pablo Bruera, Daniel Scioli y Cristina Kirchner.
“30 mil compañeros detenidos desaparecidos, presentes. Ahora y siempre”, fue el grito final de una movilización que desde hace 7 años reclama por el esclarecimiento de la desaparición de un testigo clave en los juicios por la verdad. Desaparecido, durante un gobierno democrático que ponderó a la política de Derechos Humanos como uno de los logros de su gestión iniciada en el año 2003.
