En las antípodas, Martín Insaurralde padeció la brecha -inimaginada para él, como para muchos K, hasta el domingo al atardecer- que lo alejó de su rival y lamentó, como un puñal, que terminó abajo de los 30 puntos, el valor histórico más escueto en la historia del PJ.
A dos semanas del 11-A, Massa e Insaurralde terminaron de definir las tácticas para el duelo de octubre. El tigrense quiere ampliar la diferencia y llegar a un número dorado que empiece con 4. El lomense remontar el resultado y quedar, además de por encima de la frontera dolorosa de los 30 puntos, más cerca del FR que en agosto.
Cada uno, en lo logístico y territorial -la campaña y el discurso son asuntos aparte, sobre todo para el FpV por-que depende de Cristina de Kirchner- arma su propia hoja de ruta. Veamos:
• El massismo anotó como malos sus resultados en la costa atlántica, Quinta Sección, y en el sur bonaerense, Sexta. Massa esperaba reinar en ambos dominios, pero terminó a 2 y a 1 punto, respectivamente, detrás del FpV. En Tigre hubo quejas sobre los comandantes peronistas que maniobraron en esas secciones, Juan Garivoto y Dámaso Larraburu, pero Massa los defendió. “Son leales y saben de este tema” acalló reproches, pero avisó que en persona se pondrá al frente de la campaña en esos lugares. Hay una cuestión específica: en el tramo de legisladores provinciales, el voto en blanco duplicó a los que hubo para diputados nacionales, lo que explica las derrotas más abultadas del FR ante el FpV.
• En paralelo, el alcalde de Tigre consideró magro su score en el noroeste provincial -Cuarta Sección- donde se impuso por algo más de 1,5 punto, pero perdió por tres en legisladores provinciales. Eso se refleja en que al cotejar la cantidad de diputados y senadores que entran al parlamento bonaerense, Massa queda en paridad con el FpV, a pesar de vencer por 5,5 en diputados nacionales. En la Cuarta, el foco se posa en el acuerdo con Mario Meoni, intendente de Junín, de pertenencia UCR. “La lista quedó muy radical y eso nos hizo perder votos” confió un operador massista porque Malena Baro, que encabeza la lista y reporta a Meoni, y Costa, con domicilio en Escobar que tributa a Gustavo Posse, son radicales. Por eso, se afirma, Massa charló con el alcalde juninense para pedirle que ajuste las variables y seduzca al voto “no peronista”.
• El tercer factor es el conurbano sur. La presencia de Massa en distritos dominados por el peronismo K fue quirúrgica y cauta, tanto que dirigentes del FR se quejaron de cierta “condescendencia” del candidato con sus colegas intendentes. Para octubre, dicen los massistas, el tigrense desplegará una campaña más intensa en esa región con la expectativa de mejorar los números de La Matanza -quedó 11 puntos abajo- y tratar de perforar territorios como Quilmes donde perdió por un puñado de votos.
• Por último, Massa confía en el efecto 11-A sobre los alcaldes de la Primera Sección, que fueron arrastrados por la boleta de Insaurralde y golpeados por la potencia de la candidatura de Massa. El massismo especula que un puñado de intendentes, como mecanismo de supervivencia, “facilitará el corte de boleta mediante el voto delivery -repartir, su lista local con la de Massa para diputados- lo cual le permitiría al FR mejorar la performance en el conurbano oeste, en particular en el corredor Merlo, Ituzaingó y Tres de Febrero.
• Enfrente, Insaurralde en tándem con Daniel Scioli, definió un esquema específico que prevé incrementar la presencia del candidato y el gobernador en los distritos del interior con la certeza de que en aquellos municipios visitados, el resultado fue mejor. Hay un mapeo de las secciones que, a priori, parecen darle la razón a los punteros premium que emiten ese dictamen.
• En el FpV, la expectativa es crecer al menos 3 puntos para oscilar el 33% que esperaban tener en agosto. Para eso, dicen, el aporte del interior es relativo en el total provincial aunque tiene, en particular para Scioli, el valor de que incide en la conformación de la Legislatura bonaerense con la que atravesará los últimos dos años de mandato.
• El peronismo K está convencido de que puede mejorar el resultado en el primer cordón donde perdió, salvo en La Matanza, en todos los municipios pegados a Capital Federal, en algunos casos con números tan desastrosos como inesperados: por ejemplo, Avellaneda y Lanús, donde Massa los aventajó por 5 puntos. Una política oficial con anuncios de obras y recursos, el campañismo de Insaurralde y Scioli, y un mayor “empeño” de los intendentes podría achicar esas diferencias o, creen en el FpV, hasta dar vuelta la elección en esos territorios. “Tenemos que revertir esos números, donde deberíamos haber ganado, en vez de tratar de sacar 3 puntos más en La Matanza” confío un operador del PJ.
• La cuestión del esfuerzo de los alcaldes aparece en todas las rondas. Varios intendentes, con el argumento de que hacer una campaña de cuatro meses -desde julio a octubre- agotaría a los militantes y saturaría a los votantes, dijeron que para la primaria se movieron a medias, pero que lo harán con más compromiso para la general. La validez de esa afirmación se comprobará, o refutará, el 27-O a la noche.
• Hay dos cuestiones adicionales. En el FpV dicen que estarán más atentos ante un truco que atribuyen al massismo, el haber puesto en el cuarto oscuro boletas K de otro distrito -sacar las de los candidatos de Lanús y poner, por caso, la de Avellaneda, lo que luego sería considerado en el tramo local voto inválido aunque judicialmente discutible- a la vez que empezaron a “seducir” a los perdedores de las primarias del FR para que se sumen al armado de los intendentes K, con lo que le sacarían estructura, fiscales y territorio a Massa.
.-Pablo Ibánez es periodista y analista político. Trabaja en Ambito Financiero