Vista por última vez en Salta, la joven porteña se contactó tres días antes con su familia “desde un teléfono público saliendo de Jujuy”, según su hermano y dijo que “necesitaba ayuda, que se había quedado sin dinero”.
Tras su desaparición, la familia inició la búsqueda para dar con su paradero, aunque todavía no obtuvieron resultados positivos.
La causa sobre “ubicación de paradero” la lleva adelante la Justicia Federal de Salta, y a dos años sus familiares y amigos reclaman la aparición de María. Aseguraron que “seguirán adelante” con la búsqueda que iniciaron hace dos años. Máximo Cash, su hermano, denunció que en el juzgado que lleva a adelante la causa “le negaban los expedientes” al abogado que representaba a la familia.
En cuanto a la investigación sobre el paradero de su hermana, indicó que en estos dos años, se recibieron entre “4 mil y 4500 llamados donde se daban distintos datos” sobre la joven, aunque ninguno logró hallarla. “O son erróneos, o son mentiras, porque hay mucha gente que lo hace por maldad”, dijo.
En tanto, recordó que al iniciarse la causa “teníamos un abogado que nos puso la Defensoría General de la Nación, cuando empezó a tener acceso a los expedientes, que se los negaban en el juzgado, renunció por mensaje de texto”.
Ahora, la familia cuenta con un nuevo letrado por lo que “tiene que ponerse al tanto de la lectura de todos los expedientes, que son alrededor de 25″.
“Pusimos al aire un afiche que fue cambiando. Nos ocupamos de masificarlos también a países limítrofes”, relato el hermano de María.
En abril, el Gobierno Nacional duplicó el monto de la recompensa para localizar a la diseñadora, por lo que pasó “de 200 mil a 400 mil pesos” la remuneración por datos que lleven a dar con su paradero.
Al mismo tiempo, Máximo Cash pidió a quienes tengan datos para aportar “nos llamen a nosotros y nosotros derivamos el llamado a la Policía o a Gendarmería” y pidió a quienes crean haberla visto que “manden una foto por mail a [email protected]”.
María Cash partió el 4 de julio desde la terminal de ómnibus de Retiro hacia San Salvador de Jujuy, pero varios kilómetros antes, en la ciudad de Rosario de la Frontera, decidió descender del micro porque dijo a su familia que se sentía “incómoda”.
Desde ese momento la joven diseñadora textil, de 29 años, permanece desaparecida, aunque algunas personas dijeron haberla visto en diferentes sitios del norte argentino. El caso tomó diferentes rumbos y la investigación no tiene resultados.
La última vez que se la vio fue el 8 de julio de 2011, en el peaje de Aunor, en el ingreso a la provincia de Salta. En ese lugar fue registrada por una cámara de seguridad que la mostró a la vera de la ruta, caminando sin rumbo.