Política

Economistas señalan la inflación como el problema a resolver en el 2013

La marcha de la economía es una de las preocupaciones de los argentinos de cara al año que comienza. Y para los actores políticos sobre todo, en un año de definiciones electorales. Por eso, desde LetraP se consultó a 3 especialistas en el tema: Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis; Martín Tetaz, economista y docente en la Universidad de La Plata y Lucas Llach, economista, docente en la Universidad Torcuato Di Tella.

¿Cree usted que variará el comportamiento económico respecto del año pasado?

 

Luciano Cohan: En una línea, es esperable que 2013 sea, económicamente hablando, mejor que 2012. Dos efectos que actuaron contractivamente el año pasado (la sequía sobre la campaña agrícola y la desaceleración global en general y brasilera en particular) no actuarán de la misma manera durante este. Sin embargo, excluyendo el efecto base de la soja y el (moderado) empuje que se espera desde el mundo, comienza a ser cada vez más visible el agotamiento de las fuentes de crecimiento. Argentina parece haber entrado en el rango de un mediocre 2%.

 

Martín Tetaz: No, 2013 no será muy distinto de 2012, porque el principal problema del año pasado -la inflación- continúa igual, o incluso peor. La inflación está generando un atraso cambiario muy grande (dólar barato) y eso hace que nuestras exportaciones no sean competitivas y nuestra industria local no pueda competir con la industria de Brasil, por ejemplo. Algunos economistas apuestan a que la mejor cosecha de soja revierta las cosas, pero las estimaciones de que hace dos meses eran de 55 millones de toneladas, hoy están cerca de los 50 millones y encima a precios más bajos que los del año pasado, de modo que es poco factible que el campo traccione la recuperación. Asimismo, el índice líder que elabora la Universidad Di Tella y que suele anticipar con extraordinaria precisión los cambios en la tendencia del ciclo económico, sigue en los valores más bajos de los últimos tres años y mostrando una probabilidad muy baja de que la economía se recupere en el primer semestre. Así las cosas, 2013 será un año similar al 2012, con la economía estancada y la inflación en alza. La preocupación es 2014, porque si el gobierno pierde su 54% de apoyo popular en las próximas elecciones (cosa muy probable) no tendrá respaldo para hacer los cambios necesarios para reencauzar el modelo el año próximo

 

Lucas Llach: Pienso en los últimos cinco o seis años de la economía argentina, y quizá de los que vienen, con un componente de causas tendenciales y otro de orígenes cíclicos. El factor tendencial es un deterioro gradual de la economía por obra de la apreciación cambiaria: la inflación casi siempre fue superior a la tasa de devaluación, y eso ha llevado a menor competitividad, expectativas de devaluación, rechazo a la moneda nacional y deterioro fiscal (porque los ingresos estatales, en parte atados al dólar, no crecen tanto como sus gastos, asociados a la inflación). Las respuestas de política económica son las que conocemos: cierre gradual de la economía, cepo cambiario y utilización de la emisión para financiar el déficit. Ese combo aumenta o mantiene la inflación y reduce la tasa de crecimiento económico.

 

¿Cómo evalúa el desarrollo de ese escenario económico en medio de una año electoral?.

 

Luciano Cohan: el crecimiento económico se apoya cada vez más del impulso que se pueda darse con la política fiscal que, sin financiamiento, termina recostado en el Banco Central. Así, en una economía con menor capacidad para absorber nuevos pesos (la base monetaria creció casi un 40% en 2012) el crecimiento de 2013 dependerá crucialmente de cómo se distribuya entre mayores compras y mayores precios un gasto publico que, financiado con emisión, el gobierno generosamente utilizará para crear un clima de optimismo en el entorno de las elecciones legislativas.

 

Martín Tetaz: Es verdad que 2013 es un año electoral y el gasto público puede ser una locomotora, pero los gobiernos provinciales están en rojo desde el 2009 y no tienen capacidad de incrementar el gasto. El gobierno nacional también está en déficit, pero siempre tiene  la posibilidad de emitir dinero para financiar un mayor gasto. El problema es que si lo hace se complicará más el frente inflacionario.

 

Lucas Llach: En cualquier país emergente del mundo crecer al 2-3% y tener una inflación arriba de 25% es considerado un fracaso rotundo. Como aquí tuvimos un 2001-2002 (caídas del producto de 20%) y un 1989 (hiperinflación) podemos tolerarlo un poco más y construir un relato decoroso con esos números bastante pobres.

 

@MelerEzequiel

 

especial para Letra P

 

Florencia Carignano, líder de La Cámpora en Santa Fe
Karina Milei, secretaria general de la Presidencia.

También te puede interesar