La actualidad política en la provincia de Buenos Aires es compleja. En medio de las primeras definiciones que marcan la cancha de las elecciones de este año, representantes del kirchnerismo empiezan a plantar su postura en cuanto a la continuidad del gobernador Daniel Scioli dentro del proyecto “nacional y popular”.
Leonardo Grosso, dirigente de la JP-Evita a nivel nacional y legislador por el Frente Para la Victoria, fue el principal organizador de un importante acto a principios de febrero, en el barrio “La Cárcova” de José León Suárez que concurrió hasta Gabriel Mariotto, se rechazaron las políticas de Seguridad encabezadas por el propio Scioli y el siempre cuestionado Ricardo Casal.
En ésta línea, Grosso celebró la suspensión de la Ley de Excarcelaciones, habló de un “cambio radical” en la policía provincial y de la continuidad o no del Gobernador bonaerense dentro del kirchnerismo.
-¿Cómo analiza la suspensión de la ley de Excarcelaciones bonaerense?
-Es bueno lo que sucedió en cuanto a la suspensión porque la misma genera un traspaso de competencia judicial más que importante y, sobre todo, planteó mucha discrecionalidad porque nosotros sabemos lo que existe en las fuerzas de seguridad Bonaerense permanentemente.
La legislación iba a ser una excusa perfecta. Un ejemplo sobre algo así es el de la intervención en la comisaria de Lomas de Zamora, donde la Justicia encontró a policías que utilizaban cocaína incautada para plantarles evidencias a los vecinos y armar causas. Eso iba a pasar con una supuesta portación de armas.
-Usted critica a la gestión de Ricardo Casal desde hace tiempo, ¿piensa que tiene responsabilidad en hechos como el de Junín?
-Pienso que fue la salida por la tangente que encontró Casal al explicar que los hechos de violencia fueron armados políticamente. La responsabilidad es del Estado, que debería haber garantizado la seguridad de un pueblo que se manifestó y, sobre todo, repudiamos la utilización política para generar alguna cosa.
Hay que manifestarse, como dijo el padre de Karen, pidiendo justicia y en paz. Nosotros no reivindicamos la destrucción de edificios públicos, sino que planteamos la responsabilidad de la Provincia al reprimir la protesta de los vecinos.
-¿Piensa igual que las organizaciones de Derechos Humanos en relación a las políticas de Seguridad provincial?
-Pienso que Ricardo Casal es un muy mal Ministro, que ha desempeñado la tarea de tratar a la Policía bonaerense como una corporación, que le ha generado los beneficios del autogobierno por la falta del control político. Hay algo que no entiende por su procedencia del Servicio Penitenciario Bonaerense.
El monopolio de las fuerzas es estrictamente del Estado, que debe ser conducido por el Gobernador de turno y la sociedad civil, algo que no entiende Casal y genera el autogobierno. Hoy existe un agravamiento de la crisis policial a partir de su gestión en el territorio bonaerense por la falta de voluntad de resolver los problemas concretos.
-¿Y qué responsabilidad tiene Daniel Scioli en lo que plantea?
-La misma que tiene Ricardo Casal, que es el que trabaja para el Gobernador, y porque (Casal) dio la orden de reprimir una protesta como la de Junín.
-¿Piensa que Daniel Scioli será el candidato para el 2015 dentro del kirchnerismo?
-Nunca me puse a pensar en eso. Nosotros tenemos que gestionar, solucionar los problemas de los ciudadanos y construir las condiciones necesarias para que la Presidenta defina como seguimos más allá del 2015.
Como sucedió en Brasil en el momento que Lula Da Silva postuló a Dilma Rousseff o en Venezuela cuando el comandante Hugo Chávez designó a Nicolás Maduro para continuar con el proyecto bolivariano. En nuestro país pasará lo mismo: Cristina decidirá todo.
-¿Le molestó la foto del Gobernador en Expo-Agro con referentes opositores?
-Sí, molestó. Tampoco me gustó la cena con el ex vicepresidente Julio Cobos, algo que demuestra que no piensa en la gestión, especula. Si hay algo que sabemos es que las corporaciones intentaron condicionar a las mayorías. Cuando los políticos coquetean con ellas, volvemos a la política de los ´90, y estamos en problemas.
Ariel Boffelli