Desde el organismo, aseguraron que para la integridad corporal y la salud de niños y niñas intersexuales, es necesario proporcionar apoyo psico-social y no patologizante a sus familias en lugar de cirugías o intervenciones médicas -a menos que se trate de intervenciones para salvar su vida- cuyas consecuencias sean irreversibles.
“Los tratamientos e intervenciones médicas deben preservar la salud integral de las personas intersexuales y permitir que en el marco de su propio desarrollo cada uno o una determine su voluntad“, expresaron.
Asimismo, el INADI considera necesario trabajar para reducir la violencia del sistema binario de sexo y género “creando y proporcionando entornos seguros de apoyo y celebración para las personas intersexuales, sus familias y allegados”.
En Argentina, dentro del marco normativo vigente, la sancionada Ley de Identidad de Género (N° 26.743), en su artículo 2°, permite las intervenciones de reasignación de sexo “a través de medios farmacológicos, quirúrgicos o de otra índole, siempre que ello sea libremente escogido.”
Esta libertad de elección, la ley la contempla en el artículo 11, al requerir el consentimiento informado, aclarando que en el caso de las personas menores de edad “regirán los principios y requisitos establecidos en el artículo 5° para la obtención del consentimiento informado”.
Por otro lado, el INADI rechaza el tratamiento dado al caso por algunos medios de comunicación, al revelar el nombre de la persona nacida y el de sus padres (ambos menores de edad) así como el domicilio y fotografías familiares.
“Esta actitud está reñida con el derecho todas las personas, y en particular los/as niños/as, a la preservación de su vida familiar y privada. Además, atenta contra el principio de no discriminación cuando la revelación de sus datos personales puede constituirse en una fuente de discriminación contra ellas, lo que sin dudas acontece respecto de datos sensibles como el de la intersexualidad”, dijeron.
Por último, a nivel mundial, las organizaciones de personas intersexuales, reunidas en el segundo Foro Internacional Intersex (realizado en diciembre pasado en Estocolmo, Suecia) en el marco de la 26 Conferencia Mundial de Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), reclamaron el derecho a la integridad y a la autodeterminación del propio cuerpo y el fin de las prácticas de mutilación y normalización (como cirugías genitales, psicológicas y otros tratamientos médicos inhumanos o degradantes).
El caso de Misiones ocurrió hace dos meses en la ciudad de Oberá. El bebé tiene completo el aparato reproductor femenino y parte del masculino. Este caso se produce en uno de cada 10.000 nacimientos.
Los padres optaron por un nombre de mujer para bautizarla y la trasladarán a Buenos Aires para intervenirla quirúrgicamente y extraer los órganos masculinos.