“Estamos todavía reclamando la sesión, principalmente a los dos bloques más importantes –el macrismo y el kirchnerismo- y todavía no tuvimos respuesta. Yo les envié una carta a todos los presidentes de bloque. Ni siquiera fue respondida”, se quejó Marcelo Ramal a este portal, y retrucó: “si tienen otras iniciativas u otros proyectos diferentes al que yo presenté, que los traigan. Pero lo que no podemos hacer es declarar a la Legislatura ausente en el medio de esta crisis”.
Lo que pretende la izquierda es aprobar un proyecto de ley para declarar la “emergencia energética” en Capital Federal, a partir del colapso en el sistema eléctrico. El proyecto plantea la constitución de un Comité de Emergencia, integrado por representantes de los bloques legislativos, de representantes de los trabajadores y vecinos afectados. El proyecto faculta a ese comité a la constitución de un mínimo de 60 cuadrillas, a razón de cuatro por comuna, para atender de inmediato a las tareas de reparación de cámaras, subestaciones, cableados y todo otro desperfecto ligado al colapso eléctrico.
Ese comité de emergencia estará integrado por un padrón de técnicos y operarios electricistas, con su inmediata contratación con las condiciones salariales y laborales establecidas en el convenio de Luz y Fuerza. También se establece la instalación de un mínimo de 1500 generadores, a razón de 100 por Comuna, para atender las necesidades más urgentes de consorcios, complejos habitacionales y demás predios afectados. Finalmente, plantea financiar esta intervención de emergencia con un impuesto extraordinario a las salas de juego ubicados en la Ciudad, en territorios o aguas federales circundantes a la misma, “que contribuyen poco y nada al presupuesto público de la Ciudad”, comentó Ramal.
Además, el legislador denuncia la “impotencia de los gobiernos Nacional y de la Ciudad para dar cuenta de esta crisis, frente al padecimiento de decenas de miles de vecinos afectados”.
En ese sentido, el legislador de izquierda explicó que esta grave situación “obedece a razones de fondo. Nosotros hemos pasado del modelo privatizador de los años 90, con tarifas dolarizadas y endeudamiento externo en dólares como contrapartida de esas tarifas, a un sistema –en los últimos 10 años- donde las tarifas se pesificaron luego del derrumbe de la convertibilidad y de la devaluación, pero a cambio de esa pesificación el Gobierno le concedió a las empresas la posibilidad de no invertir 1 centavo. Es decir, se dictó una especie de indulto de inversiones. Esto ha generado la situación actual, donde de un modo pérfido y a través de este colapso que está sufriendo la población intensamente se está preparando un retorno a los 90. Esto, a través de una sutil extorsión que sería más o menos la siguiente: si no querés cortes de luz vas a tener que aceptar tarifas altas”.
Ahora bien, al mismo tiempo explicó que “en las provincias de Santa Fe y Córdoba, en donde las tarifas son muy altas, hay una situación de colapso eléctrico de igual modo. Así que el problema no pasa por las tarifas sino por la organización total del sector eléctrico. Ya en los 90 vivimos las tarifas dolarizadas y una inversión muy inferior a la que se debió haber realizado con semejantes beneficios en dólares”.
“El único límite es político, acá la sesión se puede convocar si hay voluntad política de los bloques. Nosotros quisiéramos que fuera a más tardar el lunes 30, que es el último día hábil del año. Los tiempos los está marcando la intensidad de la crisis”, concluyó Ramal, a la espera de una respuesta positiva –o respuesta al menos- principalmente del kirchnerismo y el macrismo que habilite la sesión especial cuanto antes.