Cuenta la crónica que a las 16:02 de aquel domingo gélido en aguas del Atlántico Sur, mientras los artilleros que se encontraban de guardia probaban algunos mecanismos y la torre II buscaba posibles blancos en el horizonte,
El General Belgrano recibió el primer impacto y mató a 274 soldados de 1093 tripulantes. Era el primero de los 3 torpedos MK-812 lanzados desde el submarino británico desde unos 5 kilómetros de distancia (aunque sólo los dos primeros dieron en el blanco).
El segundo misil, provocó el desprendimiento de 12 metros de ese sector del barco. Comenzó la inclinación a babor, cesó la fuerza motriz y se apagaron las luces, quedando inutilizada también la generación eléctrica de emergencia.
El comandante a cargo, Héctor Elias Bonzo, dio la orden de abandonar la nave y en 10 minutos el crucero se hundió en el Océano Atlántico.
El hundimiento del crucero General Belgrano generó una fuerte polémica en medio del conflicto, ya que las autoridades argentinas acusaron a las británicas de atacar a la nave fuera de la zona de exclusión establecida en las Islas.
Este 2 de mayo, el ministro de Defensa, Arturo Puricelli, encabezará un homenaje a las víctimas del crucero General Belgrano, al cumplirse 30 años de ese ataque. La ceremonia será en la Plaza de Armas del Edificio Libertad, sede de la Armada Argentina, ubicada en el centro porteño.