El vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto sostuvo que el sistema carcelario vive una situación “degradante” y de “violencia extrema”. Dijo que “hay que cambiar la normativa y cumplir con el precepto constitucional”.
Se refirió así al comentar su visita de la semana pasada a la Unidad carcelaria 47 de San Martín, mostrada por el Gobierno Provincial como “modelo” y eje ahora de su nuevo embate contra la política carcelaria de Daniel Scioli.
Mariotto sostuvo hoy que va a trabajar para que haya “cárceles sanas y limpias” porque “hay que trabajar para dar vuelta la situación”.
El matutino Página/12 editó el domingo en su tapa el título “De vida o muerte” en referencia a que “el vicegobernador recibió dos facas y una cuchilla de manos de detenidos (…) que acusaron al Servicio Penitenciario de dárselas para que maten a otro detenido”.
Con esa información abrió el diario, apertura que incluyó dos extensas notas de Horacio Verbitsky relatando la visita de Mariotto al penal bonaerense. La nota consignó que el vicegobernador fue acompañado, entre otros, por “el autor de esta nota y presidente del CELS”. También quedó consignado a través de dos fotos (una en cada nota) en la que se lo vio a Verbitsky junto a Mariotto.
“No puedo dormir después de haber visitado ese lugar”, dijo Mariotto en referencia a la inspección que realizó el pasado jueves en el Complejo Penitenciario Conurbano Norte junto a autoridades judiciales, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).
Como ya informara Letra P, la CPM y el CELS son abiertamente críticos a la política de Seguridad bonaerense que gestiona Ricardo Casal.
En una entrevista con la Televisión Pública, el funcionario sentenció: “Vamos a abordar este tema con mucha seriedad. Esta situación hace que la vida en la cárcel no valga nada. La situación de violencia es extrema y es algo que tenemos que dar vuelta sistemáticamente”.
“Es degradante la situación de los baños en esas celdas pequeñas y la instalación eléctrica. No alcanza con tener médicos o poner luz; hace falta dar vuelta la situación”, agregó.
El vicegobernador contó que en su visita, un grupo de detenidos le entregó tres facas. “Dos personas del Servicio Penitenciario se las habían entregado a los presos”, precisó. “Me hizo acordar a cuando el sistema educativo les pegaba a los niños para que pudieran aprender. Las cárceles no pueden ser de castigo, tienen que ser de recuperación”, indicó.
“Prometimos a los presos volver con un ejército de soluciones sanitarias, edilicias, sociales, muy fuertes. Hay que cambiar la normativa y cumplir con el precepto constitucional. El informe de la situación carcelaria se lo vamos a entregar al Ejecutivo y vamos a avanzar con institucionalidad”, concluyó Mariotto.