Luego de varios días sin hacer comentarios sobre las denuncias que lo vinculan al levantamiento de la quiebra de la ex Calcográfica Ciccone -propiedad de Ángel Tabanell-, Amado Boudou, revirtió la situación en las últimas 48hs y aceptó brindar declaraciones a algunos medios gráficos, radiales y televisivos, entre ellos “Con voz propia por A24, en los que manifestó que “si yo hubiera ayudado a Boldt, no habría ningún problema”.
No es casual que el ex Ministro de Economía haya optado por utilizar continuamente el pronombre personal en la primera persona del singular – “yo”- para excusarse de la problemática, porque parece no contar con respaldo por parte del oficialismo. El presidente de la Honorable Cámara de Diputados, Julián Andrés Dominguez, el Jefe de Gabinete que controla la secretaría de Medios de la Nación, Abal Medina y La Cámpora se llamaron al silencio a pesar de las estrechas relaciones que mantenía cada sector con Boudou.
El vicepresidente argentino cuando se le preguntó acerca de su conexión con la suspensión de la quiebra de la empresa en cuestión, aseguró: “Yo no voy a opinar sobre lo que se está investigando, o sobre lo que dice o no dice un fiscal de la nación”, y a continuación expresó “lo que yo digo es que el objetivo de la AFIP es recaudar, y tiene estrategias para recaudar que a veces son estrategias judiciales, y a veces son estrategias de seguimiento previo a lo judicial”.
Además, explicó que en los procesos de quiebra pierde la AFIP, con lo cual estaría perdiendo el Estado y, de ese modo, todos los argentinos y también comentó que muchas veces son estrategias de abogados para “desguazar las empresas” y beneficiarse económicamente.
Así mismo, negó la existencia de intereses personales que lo llevaran a realizar el salvataje de la quiebra de Ciccone y afirmó que “yo tengo una sola nota en miles y miles de hojas, en donde pongo estos criterios”. “Por un lado es política del Gobierno preservar el empleo, pero por otro lado debe ser en el marco de las competencias del director de la AFIP, y del funcionamiento de la AFIP, y que debe tenerse mucho cuidado de que no haya mengua en la recaudación fiscal, continuó, y a la vez responsabilizó al Estado por tal acción al señalar que “esto ha sido una política permanente del Gobierno, el del sostenimiento del empleo en muchas causas”.
A continuación, Boudou consignó que la empresa Bolt maniobró con el negocio de las impresiones de billetes y que “en el año 2003, Duhalde sacó el decreto 777, con el cual comienza el desguace de la Casa de la Moneda”. Según el vicepresidente, las tareas que le correspondían a dicha entidad, como los pasaportes, los cartones para el bingo, y la lotería, pasaron a ser producidos por Bolt y esto provoca el empeoramiento de la situación de la Casa de la Moneda y así, vaya perdiendo su posibilidad de funcionar y trabajar. Además contó que se esperaba que para finales de 2010 la empresa se quedara con la impresión de los billetes de la República Argentina, lo cual produjo una crisis en el stock de billetes alentados por Martín Redrado desde el Banco Central.
Paralelamente, mencionó el ex ministro de economía, “el diario Clarín el día 8 de octubre del año 2010 saca su primera nota diciendo ´van a faltar billetes´”, lo que “coincide con el momento en el cuál Bolt obtiene un alquiler por un año de la planta Ciccone”. “Es como si hubiera una feria de monopolios que vienen actuando todos juntos en este tema y yo los voy a seguir enfrentando”, manifestó y envalentonado continuó “a mi no me van a asustar con 14 o 15 tapas de Clarín”.
