El Máximo Tribunal determinó que el atentado fue producido por un coche bomba y que la República Islámica de Irán era la responsable política y acusó al encargado de seguridad exterior de la organización Hezbollah, el libanés Imad Mugniyah y al colombiano Samuel Salman El Reda.
Si bien nunca existió confirmación oficial a la Corte de nuestro país, hay versiones que aseguran que Imad Mugniyah murió en un atentado en 2008 en Damasco. Tampoco se sabe nada del paradero de El Reda, colombiano de origen libanés, casado con una argentina, sospechoso de ser el coordinador local de atacar la embajada, por lo que la Corte pidió sin éxito su captura a la Interpol.
Durante el gobierno Kirchnerista, más específicamente en 2006, La Corte decretó que la causa iba a ser imprescriptible, pero desde entonces se avanzó muy poco como consecuencias de los nulos resultados a los constantes pedidos de extradición de los acusados. Los datos mas importantes probados hasta el momento son 2. Por un lado que la organización Hezbollah estuvo detrás del atentado y que el vehículo usado como coche bomba habría sido pagado con dólares que tenían signos de haber sido obtenidos en casas de cambio en El Líbano.
Imad Mugniyah y el colombiano El Reda figuran en el listado de captura internacionales que pidió hace ya varios años el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, quien investiga el atentado a la AMIA, ocurrido dos años más tarde del ocurrido en la Embajada, y en el que también se acusa a diplomáticos iraníes y ex altos funcionarios de ese gobierno sin que hasta el momento hayan accedido a ser juzgados en la Argentina.
Por aquellos días de Marzo de 1992 todo era horror y desconcierto. Las autoridades Argentinas calificaron el hecho como el “peor atentado terrorista en la historia argentina”, hasta que poco más de dos años después, el 18 de julio de 1994 nuevamente la tragedia sacudió al país. Otro coche bomba se incrustó en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), matando a unas 85 personas.