En la previa al ingreso de Cristina se pudo observar la presencia de militantes de la Cámpora que esperaron la entrada de la mandataria con los tradicionales cánticos de la agrupación juvenil “Cristina corazón, acá están los pibes para la liberación” y “Néstor no se murió, Néstor no se murió, Néstor vive en el pueblo…”
Momentos después el vicepresidente de la Nación, Amado Boudou pidió un minuto de silencio en honor a las víctimas de la tragedia de once que fue respetado en absoluto por todos los presentes.
En las primeras palabras de su discurso, la Presidente saludó al juez español Baltasar Garzón. “Hoy nos honra con su presencia”, anunció al presentar al magistrado español, que se encuentra en un palco sentado junto a Estela Carlotto y Hebe de Bonafini.
Luego se dedicó a hablar sobre el rumbo económico del país en 2011, y recurriendo a cifras de organismos internacionales y no al INDEC. Y en este sentido explicó utilizaba los datos de FMI “Porque hay muchos que creen más en estos que en nuestras estadísticas”
Al respecto, señaló que según los informes de ese organismo, la Argentina era el tercer país del mundo que más creció en el pasado año, detrás de China y la India.
Por otra parte disparó que “A veces tengo dudas si vale la pena seguir “cuando hizo mención a la herencia económica que tuvo que afrontar Néstor Kirchner y cuestionó a quienes provocaron tanto daño a nuestra economía y a nuestra gente y hoy se dedican a criticar”.
La Presidente también hizo referencia al conflicto que se lleva adelante en varias ciudades con sectores que rechazan la explotación minera, destacó que existen “muchos pueblos que son orgullosos de ser mineros” y aseguró que exigirán a las empresas “que cuiden el medio ambiente y que reinviertan sus ganancias en las propias comunidades”.
Luego se metió de lleno en el tema que generaba mayor expectativa: La tragedia de Once. De este modo la mandatario señaló que “No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar”, y advirtió que nunca durante su gestión recibió un pedido para “rescindir concesiones ferroviarias”.
Aunque más tarde advirtió que, antes de tomar cualquier decisión, esperará la investigación que la Justicia lleva a cabo sobre el siniestro del ferrocarril Sarmiento que acabó con la muerte de 51 personas.
“De acuerdo a las pericias se van a determinar las responsabilidades”, aseguró. De igual forma, afirmó: “Si no hubiésemos tenido que pagar los 19 mil millones de dólares del corralito, tendríamos los mejores trenes”.
Otro de los temas que en la previa generaba controversia era el referido al traspaso del subte y en esta línea Cristina indicó que la decisión de prorrogar la presencia policial en el transporte y además, cuestionó al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, por no poder “organizar 240 efectivos” para custodiar las estaciones. “Quiero esperar que mañana el subte de la Ciudad esté prestando servicio a todos los porteños y a los que no lo son“, enfatizó
Cristina Kirchner cuestionó también con dureza la decisión del jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri de rechazar el traspaso del subte que había sido acordado el 3 de marzo pasado. “Le estamos dando la mitad del subsidio, aumentó la tarifa más de un 200 por ciento, tiene subsidio de 31 millones de pesos de electricidad anual ¿y no puede organizar 240 personas?”, cuestionó.
En otro momento de su oratoria hizo referencia a las Islas Malvinas haciendo un repaso histórico del conflicto, “ni derecha ni izquierda. Malvinas nada más” sintetizó la mandataria.
Finalmente Cristina se mostró visiblemente emocionada y le dijo a los presentes “que nunca soñó a lo que había llegado”, pero que si pudiera cambiar todo lo que ganó por todo lo que perdió (en relación a la muerte de su marido, Néstor Kirchner) lo haría sin dudas.