Sociedad

Transporte Plaza, otra bomba de tiempo

Miles de pasajeros viajan diariamente desde La Plata a Buenos Aires y viceversa. Se trata de usuarios que no tienen otra alternativa que utilizar este servicio deficiente, en la mayoría de los casos para llegar a su lugar de trabajo. Excesos de velocidad, unidades en estado deplorable, cientos de pasajeros parados y la lista continúa… A días del accidente ferroviario que dejó como saldo 51 muertos y 700 heridos, la pregunta es ¿Por qué las autoridades no toman medidas antes de que las tragedias sucedan?

El grupo Plaza pertenece al clan Cirigliano, (http://www.letrap.com.ar/politica/las-relaciones-carnales-de-los-gobiernos-de-turno-con-el-imperio-de-la-familia-cirigliano/) que casualmente es el mismo que maneja TBA, responsable de la concesión de la línea Sarmiento protagonista del choque de la semana pasada. Pero eso no es todo, además el Grupo Cirigliano maneja una importante cadena de servicios de transporte, entre los que se destacan carrocerías de colectivos (Cometrans S.A y Tatsa S.A), empresas ferroviarias (Emfersa S.A., TBA Trenes de Buenos Aires, Metrovías, Opportrans –en Río de Janeiro-) y varios colectivos (Grupo Plaza de líneas urbanas -líneas 36, 61, 62, 104, 114, 124, 133, 140, 141, 142-, líneas de larga distancia El Rápido Argentino, Plus Ultra y Mercobus). Aunque ,Tal vez uno de los negocios más importantes de los Cirigliano es el del Grupo Plaza, que en total opera 40 líneas urbanas, de las cuales 20 se circunscriben a la Ciudad de Buenos Aires, 12 en Bahía Blanca y 8 en Santa Rosa, La Pampa

 

El grupo Plaza vino hace años a reemplazar a la ya desaparecida empresa “Río de la Plata”, con la promesa de brindar un servicio de calidad que nunca se hizo efectivo, sino todo lo contrario.

 

En este sentido las quejas de los pasajeros son numerosas y variadas, pero todos tienen un punto en común: viajar en un micro de la línea plaza, es estar a la deriva  total y expuesto a sufrir accidentes. Las principales denuncias hacen referencia a que cientos de pasajeros viajan parados (con lo cual no tienen seguro ante un accidente) y al exceso de personas que suben en cada unidad , “Cuando uno toma el plaza está condenado a viajar parado , en cualquier momento se va a producir un accidente grave” aclaró Alejandra Ruiz pasajera habitual de la línea . Asimismo reclaman que los choferes respeten los límites de velocidad, que se infringe constantemente, incluso cuando hay una alarma roja que le avisa a los pasajeros y al conductor poco parece importarle. “Muchas veces desconectan la chicharra que avisa con rojo que están excediendo el límite, y otras se enciende constantemente como si nada pasara, es una falta de respeto total” señaló indignado Pablo Ramos usuario del servicio.

 

Aunque la odisea mayor, se vive durante el verano cuando es habitual que se corte la cadena del aire acondicionado y se viaja con altas temperaturas sin ninguna ventilación. También durante el periodo estival se cambian arbitrariamente los recorridos sin informarle previamente al usuario. “La semana pasada no se porque fueron por Independencia en lugar de tomar Avenida de Mayo; los pasajeros nos mirábamos desconcertados porque nadie nos avisó al subir” explica Ramos

 

Las molestias ocasionadas son tantas, que los usuarios se han unido para formar grupos de denuncias e incluso blogs y foros para compartir sus experiencias. De esta manera han manifestado que cuando llaman al 0800, que ofrece el grupo para hacer reclamos, les dan un número de queja y que algunos ya acumulan 30 distintos de los que después el Plaza se desentiende absolutamente. “Yo llame muchas veces tengo treinta números de reclamos distintos y cuando les pregunto no reconocen el número que ellos mismos me dieron, es inexplicable” asegura Rosario Gamboa, que usa de lunes a viernes el servicio.

 

La CNRT (Comisión nacional de regulación de transporte) es la encargada de justamente controlar estas irregularidades y exigir soluciones, pero según los usuarios brillan por su ausencia, porque desde este órgano tampoco obtienen respuestas.

 

Así las cosas, el Plaza es otra bomba de tiempo, como también lo son el sistema de trenes que maneja el mismo imperio Cirigliano de manera silenciosa hasta que una lamentable tragedia ponga en el tapete por algunas semanas las concesiones paupérrimas que se enriquecen con el aporte de los usuarios y los subsidios del estado que debería controlarlos.

 

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