En las últimas horas, el gobernador convocó a sus ministros y secretarios de Estado en La Plata, para pedirles profundizar la “eficiencia” en la gestión gubernamental.
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En las últimas horas, el gobernador convocó a sus ministros y secretarios de Estado en La Plata, para pedirles profundizar la “eficiencia” en la gestión gubernamental.
Pero en calle 6, algunos operadores políticos dejaron trascender que, a la hora de defenderse, las posiciones más duras correrán por cuenta de sus ministros. En particular, por el jefe de Gabinete, Alberto Pérez.
Desde el punto de vista institucional no son pocos los que prefieren no entrar en el juego de las “provocaciones”, y eligen seguir organizando el comienzo del ciclo lectivo 2012, pautado para el 28 del corriente. También en seguir trabajando para recuperar la seguridad ciudadana.
En ese virtual listado de “provocadores” de la gestión Scioli, aparecen Horacio Verbitsky -el influyente referente periodístico del kirchnerismo de “paladar negro”-, la ministra de Seguridad de la Nación Nilda Garré y el diputado nacional Martín Sabbatella.
“Si quieren seguir haciendo reuniones de tupperware que las hagan. Los que tenemos responsabilidad gubernamental no podemos ni tenemos tiempo de ocuparnos de lo que dicen en tertulias políticas internas”. Esta frase partió de la boca de un funcionario sciolista a modo de respuesta, casi comparando algunos encuentros de referentes K con aquellas clásicas reuniones femeninas que se organizaban hace años atrás en domicilios particulares para promocionar y vender recipientes de plástico para la cocina.
Para sorpresa de muchos y en un gesto que parece intentar gambetear cualquier roce, no se menciona al vicegobernador Gabriel Mariotto ni a los legisladores que reportan a la agrupación juvenil kirchnerista “La Cámpora”. Parece una señal de iniciar un trabajo en conjunto con el titular del Senado más allá de las diferencias de estilo. Ambos, en definitiva, pertenecen políticamente al proyecto nacional que lidera la presidenta Cristina Fernández.
De todos modos, Scioli y Mariotto deberán superar, dentro de unos 15 días, un nuevo capítulo de la novela de desencuentros entre sus seguidores, cuando, en los palcos que dan al recinto de la Cámara de Diputados, vuelvan a encontrarse los “militantes K” con los “naranjas” que alientan al gobernador.
Como se sabe, el 1 de marzo venidero, alrededor de las 18 horas, el gobernador deberá leer su mensaje ante la Asamblea Legislativa, dejando inaugurado el 140 período de sesiones ordinarias en ambas cámaras parlamentarias. Más de uno sospecha que algún “silbido” puede caer desde los palcos cuando Scioli haga mención a sus acciones en materia de Seguridad o Derechos Humanos en la Provincia.
El antecedente no es el mejor. El 12 de diciembre del año pasado, un grupo de policías y militantes K se enfrentaron en las escaleras que dan a los palcos de Diputados, cuando los jóvenes querían presenciar el acto de asunción de Scioli y Mariotto. Por aquel incidente, varios efectivos policiales fueron desplazados de sus cargos, acusados de “reprimir” a militantes partidarios durante el forcejeo.