Ya pasaron casi cuatros meses de las elecciones de octubre, sin embargo para el radicalismo la crisis, saldo de las inexplicables alianzas y de los resultados en las urnas, parecen ser inversamente proporcional al paso del tiempo. A medida que transcurren los días la crisis se vuelve más profunda y las diferencias más insalvables.
El 2012 no trajo tranquilidad para el partido centenario. En este contexto hoy el centro de todas las disputas es la renovación de autoridades en suelo bonaerense cuando todavía está fresco el recuerdo de la fallida alianza con De Narvaez.
Las primeras jugadas se empezaron a hacer visibles apenas terminó por confirmarse la asunción de Mario Barletta en el Comité Nacional, el ex jefe comunal de la ciudad de Santa Fe. Desde entonces varios dirigentes se fijaron un objetivo claro para el primer semestre: la renovación de autoridades en el comité provincial.
Los primeros en anotarse en esta carrera fueron los intendentes que sobrevivieron al aluvión de votos “k” que dejó el 23 de octubre. En este sentido sacaron a relucir su trayectoria y el peso especifico que vienen acumulando en sus distritos.
En lo que parece ser el preámbulo a una interna aun peor (el próximo candidato a gobernador en 2015) el primero en anotarse fue el intendente de Junín, Mario Meoni, que sin pelos en la lengua dijo que está “dispuesto a correr los riegos” que sean necesarios. “Los detractores de siempre no tienen ningún ‘radicalómetro’”, afirmó, el jefe comunal, quien indicó además que “no es momento para esperar y ver qué pasa. Eso ocurrió hasta ahora y así nos fue”. Además Meoni dice contar con el respaldo de intendentes de la Segunda, Sexta y Séptima secciones electorales, además de otros dirigentes y militantes del Conurbano.
Pero no fue el único, el otro que se adelantó fue el intendente de Pergamino Hector “cachi” Gutierrez quien días atrás expresó “Estamos tratando de generar un ámbito de debate para hacer una autocrítica y luego buscar la forma de recuperar espacio electoral. Tengo aspiraciones de presentarme como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires”.
Al igual que su par de Junín, “Cachi” sacó a relucir sus honores y su “chapa” para justificar sus aspiraciones. De esta manera recordó que “en la última elección hemos obtenido más del 50 por ciento de los votos, superando en votos a la Presidenta y al Gobernador”.
Como si esta danza de nombres fuese poco, a la interna se le suma las declaraciones cruzados de algunos dirigentes en relación a un posible acercamiento al partido de Mauricio Macri. Cabe recordar que el armador del PRO, Emilio Monzó, admitió que busca sumar a intendentes del peronismo disidente y del radicalismo al proyecto de Mauricio Macri, y aseguró que el “colorado” parece estar “bastante solo” en el nuevo escenario político pos electoral.
Pero esta posibilidad, si bien fue mirada con buenos ojos por algunos, fue rápidamente cuestionada por otros. El caso más contundente fue el de Nito Artaza que manifestó en el encuentro en Mar del Plata que el radicalismo está del lado del pueblo y de sus reclamos y luego continuó su oratoria enviando un mensaje claro “los radicales que se quieran ir con el PRO, se afilien al PRO.”