La gente que colmó el Malvinas Argentinas del hermoso Parque San Martín mendocino se fue contenta, a puro aplauso, agradecida a un equipo que cada vez parece funcionar mejor. Lo de Messi sigue siendo superlativo, y cuando también se enganchan los demás, últimamente el equipo de Sabella es casi imposible de vencer.
Los tres goles fueron marcados en el segundo tiempo, luego de una hora y cinco minutos tratando de superar un cerrojo defensivo uruguayo que parecía ser una misión imposible. Hasta que apareció el rosarino, claro, y con un pase primero y una definición después, anticipando a todos como un auténtico 9 de área, puso el 1 a 0. Y a partir de ahí, los de Sabella hicieron lo que quisieron: golazo de Agüero tras una jugada colectiva genial y después, la joyita de la noche, un tiro libre de Messi a ras del piso, por debajo de la barrera, al primer palo: una resolución que a nadie se le había cruzado por la cabeza, salvo a él.
Todo terminó con un “ole, ole” de la gente, y a otra cosa. Argentina sigue primero y espera el viaje a Chile del próximo martes, para continuar pisando fuerte de cara al sueño de todos: Brasil 2014.