El antropólogo y profesor emérito de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, Dr. Roberto Carlos Abínzano, conversó con Letra P sobre la impronta del historiador que falleció a los 95 años este 1 de octubre.
“Hobsbawn pertenecía a una corriente marxista que tenía un enfoque económico, antropológico y sociológico de la sociedad que iba mucho más allá de las formas de hacer historia. Realmente tiene una producción extraordinaria, ha estudiado todos los procesos revolucionarios burgueses, la emergencia del capitalismo, revisionó las ideas acerca de los procesos históricos, su dinámica con una mirada y un estudio profundo”, analiza Abínzano.
Para el antropólogo, el recordado pensador “estudió las formas primitivas de las luchas obreras en Europa como un fenómeno sociológico, económico y político, entonces los que estamos en el campo de la antropología en algún momento estábamos convencidos de que era un antropólogo por su enfoque en las investigaciones que hacía. Practicó una historia comparativista, muy estructurada, y ha sido uno de los historiadores más importantes”.
Al momento de analizar su legado y por qué rescatarlo luego de su muerte, Abínzano destaca su “enfoque de la historia a partir del materialismo histórico, que me parece absolutamente correcto y crítico, sin ningún tipo de dogmatismos sino fundamentado en documentos históricos también rigurosamente fundamentados”.
“En segundo lugar, por toda su metodología, por la calidad de su trabajo que es lo que en definitiva uno juzga. Toda ciencia social tiene una retórica y esa retórica está conformada por enunciados que deben responder a ciertos cánones aceptados por la comunidad científica en un momento determinado y creo que Hobsbawm cubría sobradamente ese rigor de recuperación de documentación, de crítica de esa documentación, de elaboración de un pensamiento que le daba sentido a esos hechos históricos que él convertía después en enunciados”, sostiene.
Por último, para el antropólogo fue un hombre de una enorme producción, de participación en debates, innumerables artículos y revistas, con una presencia intelectual muy importante.
“El legado más importante es que la historia, como cualquier ciencia social, debe ser objetiva pero no neutral. Dos conceptos distintos. Me parece que en el caso de Hobsbawm hay una historia muy comprometida ideológicamente y muy objetiva en cuanto al uso que hizo de sus modelos explicativos”, asegura.
Antes de terminar la conversación, Abínzano rescata que Hobsbawm “tuvo una capacidad amplia para analizar procesos históricos de lo que se llama la ‘larga duración’. Su Historia del Siglo XX es toda una mirada de una serie de procesos ocurridos en ese siglo, que los conecta, los analiza, y tuvo una visión de grandes procesos de expansión de sociedades, lo que llamaríamos hoy globalización. Es un legado muy importante desde todo puntos de vista”.
Entre lo que el antropólogo considera “una sobredosis de libros de historia” en la actualidad, Eric Hobsbawn será recordado con uno de los pensadores más importantes, cuyo revisionismo histórico marcó la forma de estudiar las ciencia sociales. “Hay una auge de la historia, lo que pasa es que hay que tener mucho cuidado, porque se están escribiendo muchísimos libros que no son de investigación histórica rigurosa sino que son más bien de divulgación, eso me parece bien y legítimo, pero me parece que la historia real y la científica todavía no se terminó”, finalizó el entrevistado.