Wally Gómez, director del canal, confirmó el volantazo. Dragon Ball, dibujitos ultra y producción cero. Enlatados y futuro contenido nacional reducido a micros.
Giro ideológico en el Paka Paka libertario de Javier Milei
En la era Javier Milei, la programación de Paka Paka usará enlatados importados para encubrir la nula producción propia. Desde las cuentas del canal, el Gobierno lanzó una “nueva“ programación “sin ideología” y efectista de la señal, que estrenaría en julio. Dragon Ball Z y la animación libertaria Tuttle Twins reemplazan la producción nacional, limitada al estreno de micros.
Los documentos públicos exponen que Paka Paka pagó 163 mil dólares por los derechos de la saga de Dragon Ball Z y una suma de 8 mil dólares por el enlatado liberal Tuttle Twins.
La novedad en la programación no es tal: el animé de Akira Toriyama lleva alrededor de 30 años en el aire, puede ser considerado un clásico entre millennials y es apoyado ampliamente por quienes son afines a la ideología que profesa Milei.
Hasta hace unos días, las cuentas de las redes de Paka Paka se mantenían en modo privado y la conducción del canal no daba señales sobre el futuro de la señal. Esta semana, en una entrevista del canal de streaming Carajo, el director de Paka Paka, Wally Gómez, se mostró orgulloso del cambio de perfil para la señal estatal dirigida a niñeces y adolescencias.
Gómez recalcó la importancia de orientarse a un público que fue relegado en post de una programación educativa ideada para infancias de entre 4 y 9 años.
La nueva audiencia que imagina el funcionario, que tiene entre 9 y 12 años, será captada con la programación de un bloque de animé que propone como fuente principal de entretenimiento al ya conocido Dragon Ball Z.
En el inicio de la entrevista, Gómez se refirió casi en monosílabos a Contenidos Públicos S. E. como “una empresa” que contiene los canales estatales y la necesidad de reconvertir Paka Paka para que funcione.
“Hay que hacerlo más comercial para que se pueda sostener, sin dejar de ser educativo”, dijo y anunció la incorporación de un circuito de ventas que cambia la definición de la “señal estatal sin fines de lucro”, con un gerente comercial y la venta de publicidad inminente.
Gómez se refirió también a la suma de podcasts para reforzar el contenido del canal de YouTube y anticipó que se grabarían en los estudios que se comparten con Télamy el Canal Encuentro, como “coproducciones” con las que se hicieron acuerdos “y no nos sale un peso”. Como ya viene contando Letra P, esto remarca la idea de producción cero.
La intervención del director de Paka Paka en el canal de streaming fue vaga y muy interrumpida por los columnistas del programa, pero aún así esclarecedora para tener algo de información sobre el clip que se editó de la “nueva” programación de la señal.
Gómez confirmó que se busca modificar el nombre de la señal y reveló que el interventor, Eduardo González, decidió respetar Paka Paka y a su símbolo Zamba, por ser reconocidos a nivel mundial como “una marca que está instalada”.
El funcionario aseveró que la forma es “cambiarle el contenido”, por lo que la serie de Zamba sufrirá cambios estructurales sobre los personajes históricos, pero sin detallarlos.
Las autoridades de Paka Paka dieron de baja al menos 80 producciones propias sin estrenar que, según Gómez, buscaban “marcar una tendencia ideológica”.
Por esto, presentó oficialmente dentro de la grilla a los Tuttle Twins, una animación, que, en su descripción de YouTube, propone ser un programa “para aprender sobre los principios de libertad, gobierno, economía y más”.
En palabras del director, “es el único dibujito liberal del mundo… El contenido tiene que ver con valores que nosotros manejamos, valores comunes de nuestra Constitución”, a fin de encuadrar este programa dentro de una señal que se creó para retratar de la manera más fiel y didáctica posible, las identidades y culturas de niñeces y adolescencias del país.
Gómez se refirió a las coproducciones que originalmente son realizadas por productoras “de afuera” (argentinas o latinas) y posteriormente compaginadas por el equipo de editores del canal.
“Ahora no tenemos presupuesto, lo estamos creando con las publicidades, con las ventas. Ahora pasó a ser producción ejecutiva, desde adentro hacemos todo”, dijo. Esto sugiere el fin de los vínculos de la señal con universidades, ONG, municipios y pymes que se dedican a fortalecer la industria cultural en distintos puntos del país.
Consciente del panorama de cero inversión en producciones y coproducciones nacionales, el gobierno de Milei presenta una programación repleta de contenidos adquiridos, rematando la calidad de una señal educativa sin fines de lucro, que tiene renombre internacional y da a conocer realidades de las que contemplan las animaciones extranjeras, que ya tienen suficiente cuota de pantalla en canales privados que trabajan la misma audiencia.
Lejos de presentarse como una novedad, son un déjà vu que interfiere con los procesos de enseñanza y aprendizaje que le otorgan valor a la identidad latinoamericana y argentina y se dispone como cualquier canal privado a reproducir la historia y realidades de otros.