Néstor Grindetti empezó el año con tres frentes abiertos. A su gestión en la intendencia de Lanús, en la que transita su octavo y último año, le había sumado su participación como vicepresidente primero en Independiente y su intención de pelear por la gobernación bonaerense. Sin embargo, en poco más de cuatro meses, la tarea que menos tiempo le implicaba pasó a un primerísimo primer plano, luego de que Fabián Doman renunciara a la presidencia roja. Se tomó licencia en la intendencia, y en pocos días empezó a impregnarle su impronta economicista a un club atravesado por una crisis sin precedentes; expuesta a cielo abierto por la colecta de Santiago Maratea, cuyo resultado ofrece alguna expectativa de futuro (al menos, de futuro menos caótico).
Grindetti no sabe –al menos por ahora, aunque todo puede cambiar– si seguirá como presidente del club: su continuidad depende de si será o no precandidato a la gobernación bonaerense por Juntos por el Cambio. Lo admitió en una entrevista reciente con Newsweek: “Primero voy a esperar que se resuelva si soy candidato a gobernador o no y en función de eso tomaremos una definición. Por ahora estoy ciento por ciento dedicado a Independiente. Estoy trabajando full time para meterle con todo. Al club hay que reestructurarlo. Reordenar, planificar, hay que hacer muchos procesos de cambio”.
Fuentes del entorno de Grindetti consultadas por Letra P ponen como ejemplo de esos cambios la instalación de un sistema operativo contable que el club no tenía ni en la gestión de Hugo Moyano ni en los seis meses que duró la de Doman. “Esto era un almacén, pero con 500 empleados, monotributistas y cinco predios para administrar”, describen, en referencia a la infinidad de números volcados en planillas de Excel que se acumulaban en las computadoras y que ahora podrán sistematizarse a través de un programa que suelen usar pequeñas y medianas empresas privadas. Grindetti, de profesión actuario y siempre vinculado al ámbito financiero, intenta empezar a ordenar el club por ahí.
Territorios en disputa
Más allá de la gestión roja y del tiempo de espera que impone el tablero provincial, Grindetti también observa con atención el territorio que domina desde 2019, cuando saltó del Ministerio de Hacienda porteño al edificio municipal de la avenida Hipólito Yrigoyen. Su dedicación full time a Independiente habilitó la campaña in situ de su secretario de Seguridad, Diego Kravetz. Ahora intendente interino, el jefe de Gabinete municipal es el hombre elegido por Grindetti para extender el dominio de JxC en ese distrito; históricamente vinculado al peronismo.
Uno de los adversarios de Kravetz en las elecciones generales será un dirigente nacido y criado en el fútbol como Nicolás Russo, expresidente del club Lanús, y lanzado desde el año pasado a disputarle la intendencia por el Frente Renovador. Con el apoyo explícito del ministro de Economía, Sergio Massa, quien pide, como a nivel nacional, que no haya primarias y que Russo sea el postulante único en Lanús. Russo negocia con Agustín Balladares, del Movimiento Evita, y con Julián Álvarez, de La Cámpora, una candidatura exclusiva.
Algo similar negocia Grindetti, aunque el plano provincial supone más dificultades y competencias. “Estamos esperando que Patricia (Bullrich) defina a su candidato”, le dicen a Letra P desde adentro del club. En esa carrera imaginaria por la postulación de JxC en el principal distrito electoral también corre Cristian Ritondo, otra persona influyente dentro de Independiente.
Ritondo, exministro de Seguridad bonaerense durante la gestión de María Eugenia Vidal y ahora precandidato a la gobernación, es el apellido más altisonante del Grupo Champagne, una cofradía de ocho personas que incide y opera en Independiente desde hace casi una década: primero con Moyano, después con Doman y ahora con Grindetti.
De hecho, hace apenas un mes, en el club adelantaban que la persona que iba a reemplazar a Doman iba a salir entre dos del Grupo Champagne: el actual secretario general, Daniel Seoane, y el primer vocal, Carlos Montaña. La irrupción de Grindetti –en principio desestimada por estar al frente de la intendencia– pocas personas la vieron venir. De no ser el postulante de la coalición opositora para la gobernación, Grindetti está creando las condiciones para que Independiente sea su lugar en el mundo fútbol hasta 2026.
