FÚTBOL & POLÍTICA

Messi se mancha sin querer con el barro de la política

El rosarino en el centro de una grieta que siempre gambeteó. De la polémica por la foto con Macri a la refriega electoral tras el ataque narco.

Primero fue la foto con Mauricio Macri en la Salle Pleyel de París, sobreanalizada hasta límites asombrosos. Después, el mensaje mafioso que dejaron en el supermercado de Rosario propiedad de la familia de Antonela Roccuzzo, su pareja. Pese a que siempre eludió pronunciarse sobre hechos o posturas políticas partidarias, Lionel Messi quedó esta semana en el centro de una agenda de la que no suele formar parte. En un año electoral, eso traccionó oportunismos y frases efectistas de todo el arco político: desde el pedido desesperado del intendente de Rosario, Pablo Javkin, hasta la autocrítica moderada del oficialismo nacional y los cuestionamientos descarnados de la oposición.

Las dos últimas publicaciones en las redes sociales de Macri evidencian ese uso deliberado: el expresidente subió la imagen tomada por el fotógrafo oficial de la FIFA el lunes; y este jueves reaccionó ante la balacera al supermercado Único creado por la abuela de Antonela en la década del 90: “Esto es terrible. Otra advertencia al gobierno nacional y al de Santa Fe de que no se puede convivir con el narco. Hay que combatirlo con decisión. A fin de año esto empieza a cambiar. Todo mi apoyo a Leo, Antonela y sus familias”, escribió en Twitter.

https://twitter.com/mauriciomacri/status/1630348710889545731

Todavía no hay precisiones sobre el origen, quiénes balearon el comercio y dejaron escrito sobre un cartón una amenaza que recorrió el mundo: “Messi, te estamos esperando. Javkin es narco, no te va a cuidar”. Sin embargo, no solo Macri salió a exigir medidas: Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta agitaron los reclamos por la política de seguridad.

Una postal en París

Acaso porque logró la foto que nadie del Gobierno pudo conseguir durante los festejos de diciembre por el Mundial ganado en Qatar, la imagen de Macri con Messi, Emiliano Martínez y sus respectivas parejas sorprendió a muchas personas vinculadas a la política nacional.

Como tantas escenas que protagonizan futbolistas y dirigentes, de parte de los jugadores no hubo ninguna intención de favorecer a Macri, por más de que eran conscientes de que podía interpretarse de ese modo. La foto de París motivó festejos, lamentos y relativización. Sin embargo, el sobreanálisis no eximió a que algunas personas del entorno del expresidente la festejaran casi como en una tribuna o platea. “Fue un gol de medio cancha”, describen en el búnker que intenta volver a conducir a Boca este año.

Todo suma en la trabajosa y difícil tarea de posicionar otra vez al macrismo xeneize para las elecciones de diciembre de 2023, en la que probablemente Andrés Ibarra, exministro de Modernización, compita contra una fórmula en la que estará Juan Román Riquelme.

Las lecturas dentro y fuera del mundo Boca son demasiadas intrincadas para algo que, al menos por lo que aseguran en la AFA, fue bastante más simple: al área reservada para premiados y familias, también podían acceder las autoridades de la FIFA. Macri, en su condición de presidente de la Fundación FIFA, encontró en ese lugar la foto que el Gobierno intentó tener en diciembre. Un penal sin arquero.

Scioli y Messi en el Maracaná.webp

A diferencia de lo que había sucedido en Qatar, cuando el plantel quería apartarse de cualquier uso político y Macri no pudo compartir ningún momento, el exalcalde porteño recibió el sí como respuesta. Messi por lo general no rechaza ningún pedido de fotos, por más de que vengan de lo más encumbrado del poder: en su entorno ponen de ejemplo las imágenes que se tocó con el embajador Daniel Scioli en el Maracaná, en medio de los festejos por la Copa América 2021. Es un ejemplo que, contrastado con el de Macri en París o el de Cristina Fernández en 2014 –en la bienvenida tras el subcampeonato del mundo– anula cualquier grieta posible.

En ese mismo teatro parisino estaba Claudio Tapia, pero la foto estuvo lejos de concretarse. Tanto el presidente de la AFA como quien está al frente de la Fundación FIFA hacen lo imposible para no cruzarse en las reuniones que organiza el organismo. El rechazo es mutuo y, por ahora, ni Messi pudo diluir esa inquina.

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