No tienen el peso de los expedientes del atentado a la AMIA o del llamado "Caso Coppola" con los que saltó a la fama en los 90, pero Mariano Cúneo Libarona sabe muy bien que la causas de los clubes ofrecen visibilidad y popularidad. Quizás es por eso que el abogado penalista y decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad del Museo Social Argentino (UMSA), desde hace años encargado del departamento de Legales de Racing, encuentra en el fútbol una fuente inagotable de clientes.
Si en el pasado representó a San Lorenzo y Newell’s, o a futbolistas reconocidos como Diego Armando Maradona, Claudio Paul Caniggia, Martín Palermo, Ezequiel Lavezzi, Rodrigo De Paul, Thiago Almada o Ángel Correa; ahora representa a Gimnasia en la causa que se abrió por el partido suspendido contra Boca luego de la represión de la Policía Bonaerense de octubre pasado en el Bosque; y hace un mes fue contratado por la gestión de Gonzalo Belloso en Rosario Central para determinar si amerita elevar una denuncia por “estafa” y “administración fraudulenta” a la comisión directiva anterior.
No es la primera vez que Cúneo pisa el terreno deportivo por fuera de Racing, el club del que es hincha y que aspiró a presidir en las elecciones de 2014, cuando cosechó 3.441 votos y quedó en segundo lugar detrás de Víctor Blanco, que ganó con holgura al sumar más de cinco mil sufragios. Casi una década después, Cúneo es parte de la hegemonía oficialista que Blanco supo construir en base a resultados deportivos y, sobre todo, económicos.
En Racing deslizan que sueña con ser candidato a presidente de Racing en las elecciones de 2024, pero -aclaran- que eso solo sucedería si Blanco no se presenta, algo que por ahora parece lejano. Al modificarse el estatuto, el actual presidente podría optar por una re-reelección.
Ese gris legal le valió a Cúneo algunos reproches y repreguntas en las últimas semanas, luego de que declarara en un programa partidario que “Blanco no puede presentarse a las próximas elecciones”. Después, en otro espacio racinguista, se desdijo y reconoció que se había apresurado a fijar esa aseveración. Falta mucho, pero las intenciones empiezan a vislumbrarse.
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Pasión blanquiceleste
El vínculo de amor que une a Cúneo Libarona con Racing se evidencia en el anexo XII -“Actuación vinculada al fútbol”- del extenso CV que el abogado envía cada vez que le preguntan por su recorrido en ese terreno. Ahí, además de mencionar que “desde siempre trabajó asistiendo y asesorando gratuitamente a Racing”; que “cursó estudios vinculados a la actividad de gestión deportiva, como el programa Academia de Dirigentes, en la sede de Avellaneda de Racing”; y que “escribió y coordinó el libro sobre gestión deportiva Lo que Racing necesita"; Cúneo Libarona hace especial hincapié en que logró, como abogado querellante, la condena del exgerenciador Fernando De Tomaso el 23 de mayo de 2017.
En aquella oportunidad, el tribunal oral unipersonal integrado por la jueza Patricia Cusmanich condenó a De Tomaso a nueve meses de prisión en suspenso por “defraudación” con un cheque con el que canceló un pago al futbolista Bernardo Leyenda, y le adicionó otra condena anterior por otras defraudaciones contra el club en las ventas de los futbolistas Maximiliano Moralez, Matías Sánchez, Santiago Malano y Gustavo Cabral. Es una estrella que sabe exaltar: en tiempos de democracia racinguista, fue el abogado que colaboró en condenar a la cara visible de la época opaca del gerenciamiento.
Un defensor mañoso
Quizás esa condena a De Tomaso, su conocimiento de la figura de “administración fraudulenta” y “defraudación”, y también su perfil mediático alto hicieron que Cúneo Libarona fuera contratado por River en el inicio de la presidencia de Rodolfo D’Onofrio. La idea era que patrocinara al club de Núñez para llevar adelante una denuncia contra su predecesor, Daniel Passarella. Cúneo seguía personalmente la demanda junto a Augusto Nicolás Garrido, su principal socio en el estudio Cúneo Libarona.
En febrero de 2020, el fiscal José María Campagnoli hizo el pedido de elevación a juicio ante el juez en lo criminal y correccional porteño Fernando Caunedo. La pandemia congeló todo y, ahora, en el club de Núñez cuentan que la gestión encabezada por Jorge Pablo Brito lo desestimó. Los honorarios mensuales que pasaba el estudio ayudaron a fijar ese punto final.
En Central saben que ese puede ser un destino posible, pero apuntan a buscar responsables por algunas de las situaciones que encontraron cuando asumieron en el club, como cheques cambiados en financieras a tasas exorbitantes, falta de comprobantes de operaciones y retiros personales de dinero. “Una cosa es la desprolijidad y otra el fraude”, le dijo Cuneo Libarona al diario La Capital en referencia a la gestión de Ricardo Carloni.
Consultado por Letra P para esta nota, Cúneo Libarona no quiso hablar. “Si esta llamada dura media hora te voy a tener que cobrar. Mi tiempo vale mucho”, se excusó. Un tono desdeñoso que el abogado tendrá que revisar si es que quiere, alguna vez, lograr el sueño de presidir a Racing.