En plena escalada del riesgo país, el Gobierno le reza a la lluvia de inversiones. Por eso el presidente Javier Milei lo subió al ministro de Economía, Toto Caputo, al avión que va rumbo a Estados Unidos y con un objetivo: sentarlo en reuniones con los más ricos del mundo en Sillicon Valley.
La misión oficial, la cuarta al mismo destino en seis meses de gestión, tendrá una ronda de reuniones con los ceos de Open AI, Google, Apple y Meta, entre otros empresarios dedicados al mundo de la tecnología. En los despachos oficiales creen que el apoyo expresado en oportunidades reiteradas por Elon Musk. fundador de Tesla y dueño de X y SpaceX es una punta de lanza para atraer a las compañías tope de gama a invertir en Argentina.
Hasta ahora Starlink, la firma de internet satelital de Musk, opera en el país a través de un modelo offshore: sin inversión de capital, plantas o lugar físico local.
Misión difícil para Toto Caputo
Para Caputo será una tarea difícil atraer inversores. El salto cambiario de la semana pasada en los mercados paralelos, la venta de acciones de empresas argentinas y la toma de ganancias de bonos dejó el riesgo país en la zona de los 1.400 puntos; y todavía no bajó. Es el índice que indica cuán aventurado es inyectar divisas en un mercado emergente.
Es un indicador elaborado por el gigante JP Morgan que señala cuánto interés debe pagar un país al emitir deuda en el exterior y de cuánto es el "peligro" existe al prestarle dinero a una nación, antes de que caiga en default. Esto abarca tanto al sector público como al privado de un país.
El número indica cuánto más de interés deben pagar los títulos de deuda pertenecientes a un país, por encima de lo que rinden los bonos del Tesoro del país norteamericano, los más seguros del mundo. Si los títulos a diez años en la actualidad rinden a 4,5% anual, se les suman los puntos básicos del riesgo argentino. Entonces, la tasa de endeudamiento en dólares quedaría en 1.893 puntos básicos o un 18,9%.
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Con ese número en mano, el jefe de Economía se sentará con algunos de los más ricos del mundo. En realidad, en los pasillos de Balcarce 50 y en la esquina con Yrigoyen apuntan a bajar ese índice a 800 puntos básicos o menos, para poder negociar financiamiento fresco en medio de planes de apertura del cepo cambiario, competencia de monedas y la dolarización. La meta que ratificaron tanto el mandatario como su ministro estrella.
Aunque una de las fuentes principales de esas divisas puede ser el Fondo Monetario Internacional (FMI), negociaciones que Caputo confirmó ya comenzaron, en el Palacio de Hacienda no confirmaron encuentros con los funcionarios de la entidad ni con el gobierno estadounidense.
Caputo, seguro en Economía
El contexto es ruidoso. El viaje ocurre en medio de la crisis de gabinete que puede terminar con la salida del jefe de Gabinete, Nicolás Posse. Además, Milei sumó al asesor Federico Sturzenegger a la ecuación, al asegurar que en algún momento integrará la nómina de ministros. Por su CV de economista y ex titular del Banco Central, entre otros cargos, el área de Hacienda le queda más natural; pero la silla del actual titular de la cartera económica en el vuelo que lleva a una comitiva presidencial reducida a San Francisco, es una ratificación más de las tantas que el Presidente se encargó de desplegar.
Durante el acto del 25 de mayo en la ciudad de Córdoba, el jefe de Estado se deshizo de elogios para el jefe de Hacienda. “El ajuste más grande de la historia de la humanidad. recibimos una inflación mayorista que en diciembre era 54% e implicaba un 17.000% de inflación anualizada. Este gigante que tenemos como ministro la está domando. En la última estimación fue de 3,4% y todos los precios siguen bajando. Es increíble que después de 100 años que nos estropearon la cabeza y nos dijeron que no se puede, hoy estamos estamos subiendo en popularidad y mi ministro se convirtió en un rockstar”, dijo mientras Caputo hacía un corazón con sus manos y el público presente lo ovacionaba.
Este lunes, Posse y Caputo mantuvieron un almuerzo a solas en Casa Rosada. Según cuentan en su entorno, lo hacen "todos los lunes" hace meses y esta vez, en medio del tambaleo en la nómina de ministerios, no hubo excepción.