El nuevo gobierno

Toto Caputo mostró su plan, pero no convenció a los bancos

Las entidades bancarias renovaron sólo el 23% de las Leliq que vencían este martes. El aún no confirmado ministro de Economía de Milei les reveló el viernes cómo desarmará la "bomba".

Los bancos huyeron una vez más de las Leliq que tanto obsesionan al presidente electo Javier Milei. Las cartas que mostró Luis Toto Caputo no alcanzaron: el viernes el aún por confirmar ministro de Economía se reunió con las agrupaciones bancarias y les explicó su plan para rescatar los instrumentos. Pero los bancos no confiaron del todo y este martes renovaron sólo el 23% de lo que vencía. Ahora la tensión está sobre los Pases a un día, una letra a corto plazo, que ya superan el nivel de las Letras de Liquidez y que un mal movimiento de expectativas puede provocar un desarme a mayor velocidad.

De los $1,54 billones ($0,81 billones en manos de bancos privados y $0,74 billones en públicos) que vencían este martes, las entidades financieras sólo se se quedaron con $353.000 millones y soltaron unos $1,2 billones. La semana pasada se habían quedado con sólo el 10% y esos pesos los migraron a los Pases Pasivos, de sólo un día y con una tasa menor a la de las Leliq (del 133% anual y a 28 días) del 126%. La maniobra da lugar a dos situaciones: que el sector financiero está resignando ganancia por liquidez para estar preparado para la desregulación financiera y cambiaria que esperan de Milei; y que el stock de Pases, calculado en $15 billones, supera al de las Leliq, en $9,5 billones, por primera vez en casi dos años, según datos del BCRA.

"La clave es no tener en mano activos que venzan después del 10 de diciembre", explicó una fuente del sector bancario a Letra P. El viernes, Caputo les explicó a la Asociación de Bancos de Argentina (ABA) y a la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) que su plan es canjear las Leliq por bonos con plazos más largos y tasas más bajas, es decir, con deuda externa. Varios de los consultados aseguraron que la reunión les transmitió "tranquilidad". Sin embargo, el rechazo de este martes muestra que los banqueros igual prefieren estar líquidos y preparados para "esperar las reglas de juego de la nueva administración", tal como señaló uno de ellos a este medio.

La especulación bancaria se vincula frente a la disyuntiva de qué tan beneficiadas pueden salir las entidades de un buen plan para el desarme de los instrumentos o un mal plan. El estratega de renta fija de Adcap Grupo Financiero, Javier Casabal, detalló: "Las acciones de los bancos venían más relegadas por las preocupaciones que había respecto del desarme de las Leliq. Pero podrían tener un gran potencial de mediano plazo si se confirma que se avanza en una solución amigable. De hecho, el viernes pasado, luego de la reunión de Caputo con los bancos, las acciones subieron entre 13% y 24% en solo un día".

¿De la bomba de Leliq a la bomba de Pases?

Las Leliq están en boca de todos porque Milei repitió en campaña y ya como mandatario electo que el primer paso para resolver la inflación es rescatar los pasivos remunerados del Banco Central. Según su explicación, es una bomba que puede explotar y provocar que unos $24 billones se inyecten de lleno a la circulación monetaria, con fuerte tendencia a aplicar presión sobre el dólar en una economía que tiene escasas reservas y un ritmo de precios que galopa al 150% anual.

Tanto las Leliq como los Pases son instrumentos para sacar pesos de circulación y evitar que se acumulen en la demanda de divisa extranjera u otros activos que generan inflación. Los ahorristas depositan su dinero en los bancos, por ejemplo, en un plazo fijo; y la entidades pagan una tasa de interés por ese depósito, pero cuando tienen tanta moneda en mano y no tienen donde colocarla, el Central ofrece estas letras y les paga un rendimiento por ellas. Las Leliq pagan 133% y los Pases, 126% en la actualidad y con la aceleración de precios del último año, crecieron exponencialmente.

Mitad de la biblioteca económica habla de una "bola" o "bomba" de pasivos remunerados y la otra mitad pone paños fríos. "Las Leliq no son como las Lebac", comparó una voz de la City porteña al tanto de los traspasos abruptos entre instrumentos de estos días en referencia a las Letras que cumplían una función parecida en la era de Cambiemos.

"Las Lebac las podían comprar directamente los inversores privados, locales o extranjeros, y se podían retirar cuando quisieran. Eso fue lo que generó la bomba de las Lebac. Si explotaba, los extranjeros compraban dólares y se iban del país", explicó. Los bancos son los únicos tenedores de Leliq y se generan a partir de depósitos como los plazos fijos, porque respaldan esos ahorros.

Adeba, una de las agrupaciones que se reunió con Caputo, tiene la misma postura y en un documento, planteó varias formas de desarmar la concentración. "El BCRA tiene títulos en pesos del Tesoro Nacional que compró a precio de mercado, por el equivalente a la mitad de las Leliqs. Esas compras de títulos generaron emisión de pesos que debió ser esterilizada mediante Leliqs. La venta de esos títulos, una vez que surja apetito del mercado, generaría el proceso inverso: absorción de pesos y reducción del stock de Leliq", detalló en un informe.

El riesgo con el que insiste Milei en realidad está latente si hay una apertura del cepo cambiario sin regulaciones o apresurada, sin dólares en las reservas internacionales. "Si el plan es coherente y logran instrumentarlo bien, las Leliq se irán normalizando. Es un juego de expectativas, como cualquier sistema financiero de cualquier lugar del mundo, sólo que en Argentina es más sensible por nuestra historia financiera", aclaró un inversor porteño.

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