A tres meses de haber llegado a la Casa Rosada, la administración de Javier Milei se apresta a completar los ajustes tarifarios en las boletas de los servicios públicos esenciales de luz, gas y agua. También a implementar un nuevo esquema de subsidios destinado a los hogares de bajos recursos económicos.
Los únicos que aumentos vigentes son para las personas usuarias del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y corresponden al servicio eléctrico que prestan Edenor y Edesur. Los incrementos, que incluyeron una actualización del precio estacional de la energía y una mejora en los ingresos específicos de las distribuidoras, entraron en vigencia el 16 de febrero con subas que oscilan entre el 177% y el 300% según los niveles de consumo.
De acuerdo con el análisis realizado por la consultora Economía & Energía, las facturas promedio mensuales “se incrementan en un 183% para los usuarios residenciales de ingresos altos N1 (de $10.467 a $29,637); mientras que para los de ingresos bajos N2 el aumento es del 185% ($3.970 a $11.313) y del 177% ($5.518 a $15.260) para los de ingresos medios N3”.
El tarifazo de Javier Milei
En el caso de los hogares con consumos superiores a los 600 kWh/mes, los aumentos pueden llegar hasta el 300% como consecuencia del reagrupamiento de las categorías tarifarias que bajaron de nueve escalones de consumo y de la remarcación de hasta un 617% registrada en los cargos fijos que van a parar a las cajas de las distribuidoras.
Por el lado del servicio de gas por redes, la Secretaría de Energía a cargo de Eduardo Rodríguez Chirillo espera la aprobación de los nuevos cuadros tarifarios que regirán desde mediados de marzo, con una escala de aumentos que arrancaría en un 200% y treparía hasta un máximo de 550%.
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Javier Milei propone nuevas tarifas para los servicios
En tanto, para las facturas de AySA el incremento promedio anunciado a partir de abril llegará al 209% y alcanzará tanto a usuarios residenciales como a comercios e industrias.
Además de los aumentos previstos, los tres servicios tendrán a partir de mayo actualizaciones mensuales que tomarán en cuenta las subas que registren la inflación minorista, el índice de precios mayoristas y las mejoras salariales de cada sector.
Quita de subsidios e incrementos por inflación
En lo que respecta a los subsidios en luz y gas que tienen los hogares de bajos ingresos y los sectores medios que no superen los topes de consumo, lo que se viene es una reducción drástica por medio de un nuevo esquema de compensaciones tarifarias denominado Canasta Básica Energética (CBE).
Los nuevos parámetros de asignación de subsidios remplazarán al actual esquema de segmentación que comprende tres niveles residenciales: N1 (hogares de altos ingresos); N2 (bajos ingresos) y N3 (sectores medios).
Los hogares N1 que ya abonan las tarifas plenas seguirán de la misma manera. En tanto, los cambios y recortes de subsidios recaerán sobre los hogares N2 y N3, dado que a partir de ahora se tomarán en cuenta los ingresos de la totalidad de personas que integran el grupo familiar para establecer si corresponde o no que continúen recibiendo la ayuda económica estatal.
Por medio de la CBE, la administración mileísta fijará los consumos mínimos de gas y energía eléctrica que, de acuerdo con el criterio oficial, serían suficientes para cubrir las necesidades de cada hogar según la cantidad de miembros, los meses del año y las distintas zonas bioambientales en que fue dividido el territorio nacional.
Energía difundirá la "letra chica" del nuevo esquema
En principio, el Gobierno solo mantendrá los subsidios para los hogares cuyo valor de la CBE represente más del 10% de sus ingresos totales. Las autoridades de Energía se comprometieron a difundir la “letra chica” del nuevo esquema de subsidios en los próximos días con el fin de que entre en vigencia a partir de abril.
En la audiencia pública realizada a fines de febrero, los técnicos de Chirillo indicaron que un consumo mensual “razonable” de luz y gas implicaría un gasto promedio para usuarios residenciales que oscila entre $30.000 y $40.000 mensuales. De esa manera, para poder seguir entre quienes reciben subsidios, los hogares no deberían tener un ingreso total superior a los $400.000 mensuales, una vara que para los especialistas del sector resulta demasiado baja y ampliamente excluyente para las familias de clase media.
Esquema de subsidios más restrictivo
A esa cláusula económica de exclusión, la administración mileísta le agregó una extensa lista de ítems que deben cumplir quienes pagan tarifas residenciales para no quedar afuera del esquema de subsidios.
Pasarán a pagar las tarifas plenas quienes sean dueños de aeronaves, embarcaciones de lujo o recreativas, de más de dos inmuebles y de automóviles y motos con una antigüedad inferior a cinco años. También serán excluidos del esquema de subsidios quienes tengan contratada una medicina prepaga, hayan viajado más de una vez al exterior en los últimos cinco años y sean propietarios o integren directorios de empresas privadas. Tampoco podrán recibirlos los residenciales que hayan consumido más de $1.000.000 con tarjetas de crédito y monedas virtuales; comprado dólares oficiales en los últimos tres meses y abonen facturas de telefonía móvil superior a $50.700 mensuales.