Como un signo más del estancamiento con alta inflación que arrastra la economía que intenta domar el ministro Sergio Massa, la tasa de desocupación va a generarle otro dolor de cabeza. El índice saldrá de su amesetamiento y registrará un nuevo aumento este miércoles cuando el INDEC publique el número de desocupados que computó la Encuesta Permanente de Hogares en el último trimestre de 2022.
La suba de la desocupación es la última ficha que caerá por el efecto dominó que aqueja a la macro doméstica: completará el panorama con una alta inflación, pobreza en ascenso, la recesión, el consumo en caída, una sequía histórica, las proyecciones del PBI a la baja y una escasez de dólares para importar insumos para la industria. Todo con una economía sin motores, en un año electoral, y con una crisis financiera mundial en ciernes.
La cifra de desocupación que estiman las consultoras privadas es del 7,7% para el último trimestre de 2022. Si bien eso marcaría una baja interanual (8,2% fue el último trimestre de 2021), será una reversión definitiva de la tendencia a la baja del registro de personas que buscaban trabajo durante el año pasado. La Argentina viene de una tasa en el tercer trimestre del 2021 del 7,1 por ciento y 6,9% en el segundo trimestre.
“Esperamos un aumento de la desocupación que ronde el 7,7%, unos 0,6 puntos porcentuales por encima del trimestre anterior”, detalló el informe de la Consultora LCG que lidera el economista Guido Lorenzo y que fundó el actual senador nacional por Juntos por el Cambio, Martín Lousteau.
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El informe semanal de LSG augura que la desocupación registró un aumento a fin del año pasado porque, primero, la contracción de la actividad económica que se traduce en una menor demanda de empleo; y en segundo lugar, por el aumento de la oferta laboral, a partir de la necesidad de los hogares de complementar ingresos en un contexto de marcada caída de los salarios reales.
La consultoras que participan del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central de la República Argentina, estimaron también que para el cuarto trimestre de 2022 la tasa de desempleo se ubicará por encima del 7,3% de la Población Económicamente Activa (PEA). El INDEC calcula el número de desocupados de Argentina de la relación entre las personas que buscan trabajo dividido el número de personas que integran la población económicamente activa.
Golpe al discurso de Fernández
El dato de la desocupación golpeará de lleno en el dato que orgulloso suele manifestar Alberto Fernández sobre la creación de empleo pospandemia: “Durante 2022 se verificaron más de 13 millones de empleos registrados: el nivel más alto de la serie iniciada en 2012 con las tasas de actividad y empleo femenino más altas y las tasas más bajas de desempleo desde 2004”, se jactó el Presidente en la última asamblea legislativa del 1M.
La cifra que enarbola el oficialismo surge del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que muestra un crecimiento verificado en diciembre de 2022 por el cual en la Argentina hay más de 13 millones de personas con acceso al trabajo registrado. Son 29 meses de suba consecutiva, que se traduce en la incorporación de 481 mil trabajadores y trabajadoras al empleo registrado privado, un alza del 8% desde agosto de 2020.
Esta última fase expansiva es la más prolongada de los últimos 14 años. El único período histórico que se asemeja al actual fue el iniciado en septiembre de 2009 hasta enero de 2012. Este Los datos surgen del panorama mensual del Trabajo Registrado que elabora el ministerio de Trabajo de la Nación y que indica también, que en enero de 2023 el nivel de empleo privado registrado en empresas de más de 10 personas ocupadas, relevado por la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), se incrementó un 0,4% con relación al mes anterior.