Si con eso no avala ni desautoriza al ministro de Economía, lo siguiente borra de un golpe una parte crucial de lo dicho por el funcionario argentino. "Como es habitual, los desembolsos vendrán en tramos a lo largo de la vida del programa" de diez años de vigencia, explica. "Pero las fases exactas y el tamaño de cada tramo es también parte de las conversaciones que se están manteniendo", agrega. Consecuencia: las reservas netas nunca llegarán a 50.000 millones de dólares porque los dólares ingresarán paso a paso y, encima, porque con ellos habrá que hacer frente a pagos de importaciones, gastos por turismo emisor, cancelación de posiciones del carry trade caputista y deudas varias, incluso de los intereses acumulados con el propio FMI y, después de los cuatro años y medio de gracia previstos, también de capital.
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/Letra_P/status/1905323295622529302&partner=&hide_thread=false
Más importante todavía, la portavoz señala que con las autoridades argentinas "hay un reconocimiento compartido sobre la necesidad de continuar adoptando un conjunto consistente de políticas fiscales, monetarias y cambiarias".
Todo indica que el mencionado timing calzará con las necesidades electorales del Gobierno, esto es de limitar los ajustes cambiarios al máximo posible hasta el 26-O; sólo después de los comicios, cuando una devaluación de verdad fuera políticamente factible para empezar a acumular reservas, llegaría la plata que el organismo arriesgaría en un país que tiene un ministro probadamente dado a dejarla salir por la canaleta de la bicicleta y la fuga.
Después de los dichos de Kozack, el mercado pisa el freno. Las acciones pasan a terreno negativo, la caída de los dólares paralelos se atenúa y los bonos reaccionan con una intensidad muy inferior a la pensada por Caputo como respuesta a su palabra, entregada en su habitual estilo balbuceante, en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires.
Tercer acto: Manuel Adorni confunde, Javier Milei dignifica
Javier Milei sale personalmente a aclarar el mensaje que desea transmitir. Lo hace primero a través de su vocero y alter ego, Manuel Adorni, quien, consultado por la colega Cecilia Cammarano, de Ámbito, acerca de la posibilidad de una devaluación, responde que "es parte de lo que no vamos a anticipar".
javier-milei-manuel-adorni-y-javier-lanari-la-sala-conferencias-casa-rosada-foto-presidenciajpg.jpg.webp
Manuel Adorni y Javier Milei.
De inmediato es el propio presidente quien formula declaraciones. ¿Devaluación? "Obviamente no", asevera, porque en la Argentina que viene "sobrarán los dólares y faltarán los pesos". ¿Será así?
Embed - https://publish.twitter.com/oembed?url=https://x.com/Letra_P/status/1905303727981887984&partner=&hide_thread=false
Economistas referentes del mercado cifran en pesos equivalentes a hasta 110.000 millones de dólares los montos depositados por ahorristas en los bancos, además de otras fuentes de potencial demanda de divisas. Para una eventual corrida, hay plata.
Milei, con todo, va más allá: "Es irrelevante la discusión cambiaria. Solamente los mandriles econochantas se ponen a operar con esa cuenta".
El mercado, ni fu ni fa.
No sos vos, Toto Caputo, soy yo
"Las idas y vueltas de las declaraciones oficiales son producto de la necesidad del Gobierno de anunciar algo, lo que sea, para cortar la crisis y que el Banco Central deje de vender reservas todos los días. El problema no es lo que subió el dólar, sino la pérdida de 1.445 millones de dólares en nueve jornadas. No hay dólares para aguantar esa dinámica por tres o cuatro semanas más, que es cuando podría llegar el primer desembolso del Fondo", le dijo a este medio el analista financiero Christian Buteler. "Lo que llama la atención es la reacción del mercado, bastante escasa para la magnitud del anuncio", remató.
Es cierto. Los tipos de cambio negociados en bolsa cedieron levemente, pero lo notable es que, para que eso pasara, el Banco Central debió desprenderse de 84 millones de dólares más.
¿El mercado ya no cree en el "Messi de las finanzas"?
No pienses en una devaluación
"Cuando enseño el estudio del cambio de marco, en Berkeley, en el primer curso de Ciencia Cognitiva, lo primero que hago es darles a los estudiantes un ejercicio. El ejercicio es: no pienses en un elefante. Hagas lo que hagas, no pienses en un elefante. No he encontrado todavía un estudiante capaz de hacerlo. Toda palabra, como elefante, evoca un marco, que puede ser una imagen o bien otro tipo de conocimiento: los elefantes son grandes, tienen unas orejas que cuelgan y una trompa; se los asocia con el circo, etcétera. La palabra se define en relación con ese marco (...). Esto nos proporciona un principio básico del enmarcado para cuando hay que discutir con el adversario: no utilices su lenguaje. Su lenguaje elige un marco, pero no será el marco que tú quieres", escribió George Lakoff en su libro titulado, pertinentemente, No pienses en un elefante.
Vos, que estás leyendo esa nota, no pienses en una devaluación. Caputo la negó, la vocera del Fondo la sugirió, Adorni le abrió la puerta y Milei la descartó con los insultos que profiere tanto cuando está agrandado como cuando no sabe cómo manejar la frustración.
El elefante camina en nuestro bazar.
Verdad completa: no son 20.000
En su "gran anuncio", Caputo señaló que "el monto que nosotros acordamos con el staff (del FMI), que el Board decide si se aprueba o no, es de 20.000 millones de dólares. Es muy superior al monto que se viene escuchando de algunas personas en particular. Además de eso, estamos negociando también con el Banco Mundial, BID y CAF un paquete adicional, también de libre disponibilidad, para reforzar las reservas del Banco Central". Según el ministro, los mencionados 50.000 millones en reservas le darán a la autoridad monetaria "un nivel de respaldo sobre los pasivos del Banco Central (los pesos en manos del público) que no lo hemos tenido nunca, ni siquiera en la convertibilidad".
Embed - CAPUTO sobre EL ACUERDO con el FMI: Vamos a RECAPITALIZAR el BANCO CENTRAL Y A FORTALECER EL PESO
La duda se clavó en el mercado: ¿los 20.000 millones incluirán los próximos vencimientos de intereses con el Fondo, lo que reduciría el monto nuevo a unos 6.000 millones de dólares, o serán en su totalidad de libre disponibilidad?
Fuentes de Economía afirmaron lo segundo y así lo reflejaron, acríticamente, medios importantes, algo que implicaría que el paquete total se elevara, en realidad a 34.000 millones de dólares: 14.000 millones para pagar los intereses de la deuda de Mauricio Macri, que vencen en los próximos cuatro años, el plazo previsto para los nuevos desembolsos, y los 20.000 millones de Milei, pagaderos en diez. El que siempre está es Toto Caputo.
001-toto-caputo-2.jpg
Toto Caputo 2018-2024: según pasan los endeudamientos.
Claro que no habrá 36.000 millones, sino 20.000, y aquella discusión resulta completamente abstracta. En los dichos del ministro, la palabra clave es "también". No dijo explícitamente que el FMI girará plata para que él haga lo que quiera, por caso para defender una paridad ficticia del dólar y financiar la fuga barata de los ciclistas que atrajo con su dólar pisado y sus tasas de interés superiores al crawling peg –la actualización mensual del dólar oficial– y a la evolución de los intervenidos tipos de cambio bursátiles. Sin embargo, al hablar de los complementos crediticios de otros organismos, dijo "también". "También (serán) de libre disponibilidad". Necesitado como está de mostrar más músculo que el que tiene, Toto es picarón…
Hay que pasar eso en limpio. En un acuerdo de por sí tramposo, que –más allá de algún retoque al crawling peg, un cambio del blend para exportadores o algún otro maquillaje– le permitiría al Gobierno posponer el grueso de la devaluación que se viene para después de las legislativas, es probable que se modifique la fórmula que el Fondo le impuso al Gobierno de Alberto Fernández: con el peronista, los desembolsos calzaban justo para cubrir cada vencimiento de intereses.
Esta vez podría ser distinto. Primero, porque en el nuevo texto el cronograma de pagos podría modificarse respecto de lo conocido. Segundo, porque el Fondo simplemente enviará el dinero, "en tramos", como dijo Kozack, y quedaría para la Argentina ver de dónde saca las divisas para ir pagándole.
Si hubiera confianza y acceso al mercado voluntario –el objetivo de este y cualquier otro programa del FMI–, sería con préstamos privados; mientras, como ahora, cuando el riesgo país sigue orbitando en la estratósfera, eso sea imposible, sería con la propia plata del organismo. Así, mientras se mantuvieran las condiciones actuales, buena parte de ese dinero vendría y se iría de inmediato. ¿Libre disponibilidad?
Verdad completa: al menos por ahora, no son 20.000.
Mientras, el mercado no da respiro y las elecciones de mitad de mandato acechan el proyecto de la extrema derecha gobernante.
No hay remedio: el Plan Aguantar ya es una política de Estado.