Ajustar y resignar es el lema de la clase media en la era Javier Milei. La pérdida del poder de compra del salario real privado del 11% y público del 23%, provocó un cambio en los hábitos de consumo de esta franja de la sociedad argentina que, ahora, compra alimentos en cuotas y dilapida ahorros para pagar servicios básicos.
"El 54% de la clase media considera que la capacidad de consumo de su hogar es mucho peor que la de hace un año atrás”, según el trabajo de la consultora de Fernando Moiguer sobre la profundización de la caída del sector social que fue emblema del país.
Un estudio de Moiguer realizado entre mayo y julio indicó que la clase media ajustó un 34% en reunirse para hacer asados, un 32% en pagar internet, un 32% en comprar medicamentos, un 30% en salir en pareja o en familia y un 28% en comprar gaseosas.
El dato lo confirmó el economista Kevin Castillo, integrante del Observatorio de Políticas para la Economía Nacional (OPEN). “El ingreso mensual de los sectores que se encuentran en el medio de la distribución salarial fue perdiendo capacidad de compra en los últimos años”, detalló ante una consulta de Letra P.
Castillo elaboró para Letra P un gráfico que muestra cuántas canastas básicas totales pudo comprar un salario registrado medio entre 2016 y 2024 durante los gobiernos de Mauricio Macri y Alberto Fernández.
“El punto más alto de la serie indica que en julio de 2017 un salario medio compraba 4,17 canastas básicas y en abril de 2024, un salario medio privado pudo adquirir 2,91 canastas básicas”.
Menos canastas básicas
Tras las medidas adoptadas por el ministro Toto Caputo en diciembre del año pasado que derivaron en un fogonazo inflacionario, los sectores medios de los asalariados pasaron de comprar 3,19 canastas a 2,82 en pocos días.
En julio pasado, la canasta básica total para una pareja de 30 años con hijos menores de ocho años fue de $1.412.647, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
La Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (RIPTE) de la Secretaría de Trabajo está en $933.179,85. Este indicador es una referencia parcial porque incluye los salarios de los puestos de trabajo del sector privado y del sector público nacional, provincial y municipal de 11 provincias.
Los resultados de una encuesta realizada por la consultora privada Glassdoor a personas trabajadoras, indican que el salario promedio argentino está cerca de los $430.000.
La consultora indica que, a pesar de que el sector privado recuperó poder adquisitivo frente a la inflación en los últimos tres meses, en el primer semestre de la gestión libertaria el salario real perdió un acumulado del 11% en relación con igual período de 2023, según los datos del economista Nadin Argañaraz.
Peor les fue a quienes trabajan en la administración pública, dado que en el primer semestre el salario real registró una pérdida del 23,7% respecto de 2023.
Un informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA UCA) aseguró que “se destaca la mayor caída relativa de los estratos asalariados medios".
La clase media cae en la pirámide
Así la clase media, hija de la movilidad social ascendente, fue engrosando la clase baja. Según el consultor Guillermo Olivetto, esta franja ocupa actualmente apenas el 42% de la población del país. En tanto, un 25% pertenece a la clase media baja y un 17% a la clase media alta.
Un estudio de la consultora Scentia estableció que las compras en supermercados y autoservicios cayeron 16,1% interanual en julio y registran siete meses de desplome consecutivos. En julio también se dio la peor cifra del último trimestre.
Mientras que se impone el consumo de segundas y terceras marcas; en el rubro alimentos, los únicos productos que tuvieron alguna recuperación fueron fideos, harinas, conservas de tomate y polenta. En tanto, caen las compras de atún, snacks, quesos, postres y dulces en general.
Gastar ahorros para comer y pagar servicios
Un estudio del Observatorio de Expectativas del Consumidor, elaborado por la consultora Trendsity especificó que el 57% de los encuestados utilizan sus ahorros para afrontar gastos mensuales básicos de su vida cotidiana.
El 72% de los encuestados indicó que la situación personal es negativa y el 76% cambió marcas habituales por segundas y terceras marcas, con precios más baratos.
La mitad de los encuestados recortó en productos no esenciales, desde alimentos como quesos y aceites y también en productos de aseo personal.
En julio el departamento de Estadísticas del Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de Córdoba realizó un estudio a nivel nacional sobre el endeudamiento en los hogares y resultó que el 93% tiene deudas con la tarjeta de crédito; el 54% la usó para comprar alimentos; el 16% para cargar combustible y el 12% para el pago de impuestos.
El relevamiento determinó también que más de la mitad de los hogares destinan entre el 20% y el 40% de sus ingresos mensuales al pago de deudas.