Mauricio Macri reunió al Consejo nacional del PRO para escuchar a las provincias, con análisis económicos y críticas al comportamiento de La Libertad Avanza en el interior, donde se resisten a la unificación de las fuerzas. El expresidente admitió que el partido se diluye y encomendó a la tropa amarilla a hacer el mejor acuerdo que pueda en cada distrito.
El encuentro que se dio en la sede del PRO, en la calle Balcarce de Ciudad de Buenos Aires, sirvió para afinar la estrategia electoral que tendrá el partido y discutir cómo será la relación con LLA. Tras el análisis respecto a la economía del país que hizo el exministro de Hacienda Hernán Lacunza, se abrió el micrófono para escuchar las voces del interior, donde hubo cuestionamientos a los libertarios.
En ese punto hubo varios dirigentes que se manifestaron en contra de hacer un bloque unificado con LLA, por lo que Macri terminó instruyendo a cada referente territorial a hacer el mejor acuerdo posible en cada distrito. El exmandatario escuchó a los presidentes partidarios del interior y a buena parte de la dirigencia nacional, aunque hubo ausencias sensibles.
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Mauricio Macri y la cúpula del PRO.
Las críticas del interior a La Libertad Avanza
Después del análisis de Lacunza, buena parte de los referentes provinciales manifestó que no está de acuerdo en sellar una alianza a como dé lugar, e indicaron que, tal como pasa en algunos municipios de la provincia de Buenos Aires, en los Concejos Deliberantes LLA suele ponerle trabas a las gestiones del PRO.
En la reunión se habló de “maltrato” de los libertarios para con el partido de Macri y de no haber sido correspondidos con la ayuda legislativa que el PRO le brindó al gobierno de Javier Milei, sobre todo en la Cámara de Diputados, con el bloque encabezado por Cristian Ritondo. El jefe de la bancada amarilla dio detalles de lo que viene conversando con el armador de LLA en Buenos Aires, Sebastián Pareja, y de cómo siguen discutiendo la forma en que armarán las listas en los municipios que gobierna el PRO.
Si bien hubo presencias fuertes como la de Ritondo, Lacunza, María Eugenia Vidal, Alejandro Finocchiaro, la intendenta de Vicente López, Soledad Martínez, y el gobernador de Chubut, Ignacio Torres; también hubo ausencias importantes, como las de Diego Santilli -que ya no frecuenta casi ninguna actividad del PRO-, Rogelio Frigerio y Néstor Grindetti. El exintendente de Lanús mantiene cierta distancia con Macri y está abocado de lleno a la presidencia de Independiente. No obstante, en su entorno aclaran que está a disposición de Ritondo para el armado en la Tercera sección electoral.
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Las viudas de JxC y “la mejor de las malas elecciones”
Uno de los presentes en el encuentro le confió a Letra P que antes del discurso de Macri, hubo una serie de cuestionamientos al acuerdo con LLA y pidió reconstruir a Juntos por el Cambio en una estrategia nacional. Esa tesis fue automáticamente tachada cuando señalaron en el mapa la provincia de Salta, donde esa fórmula terminó abajo de la izquierda, y Santa Fe, donde el PRO obtuvo sólo cuatro de 33 convencionales.
Luego se citó el famoso Pacto de Acassuso, ocasión en la que Macri pidió ayudar a Milei, y se insistió en continuar en esa dirección. Por caso en Buenos Aires, alguien mostró una encuesta que al PRO junto a LLA le da 30 puntos, y descartó la chance de reeditar la alianza con la UCR por la que insistieron, entre otros, Vidal, Silvia Lospennato y Gisela Scaglia.
Cuando Macri tomó la palabra dejó dos definiciones que resonaron entre el auditorio. Por un lado, encomendó a cada provincia a hacer el mejor acuerdo posible “con dignidad”. Luego, admitió que el PRO deberá hacer “la mejor de las malas elecciones”. El ingeniero acusó el golpe político recibido tras la elección de CABA y rescató “el equipo humano con el que cuenta y con el que piensa resurgir” en un futuro no muy lejano.