El gobernador Omar Perotti envió el martes pasado a la Legislatura provincial los pliegos para ocupar cargos en el Ministerio Público de la Acusación y el Servicio Público Provincial de Defensa Penal de Santa Fe. Por primera vez en la historia, dos mujeres podrían encabezar el sistema acusatorio en la provincia. Si bien estamos de acuerdo en que el envío de pliegos es una instancia importante a la hora de garantizar que las mujeres ocupen mayor cantidad de espacios de jerarquía o conducción en la elección de autoridades, no está de más hacerse la pregunta sobre si es la única. De mí parte, considero que no.
¿Por qué es importante la perspectiva de género en los procesos de selección de la magistratura? En principio referiré a la información que tenemos disponible sobre la participación de las mujeres en distintos ámbitos, presentada en un informe que el Ministerio de Igualdad, Género y Diversidad presentó el pasado 8 de marzo y se puede descargar en este link.
Según este documento, en el Poder Judicial santafesino, en 2022 el índice de participación de mujeres (IPM) fue del 59,1%. Sin embargo, al desagregar este dato queda en evidencia la brecha de género en relación a las jerarquías. Y entonces, surgen más preguntas: ¿Cuáles son las condiciones en las que llegan las mujeres a los concursos? ¿Qué elementos pesan sobre su acceso y permanencia en las más altas esferas? ¿Por qué en este concurso se presentaron 30% de mujeres y 70% de varones?
El tiempo, la distribución equitativa de los cuidados, el poder acceder con estos elementos a la profesionalización y especialización son privilegios a los que las mujeres no acceden en igualdad de condiciones que sus pares varones. Como sucede en prácticamente todos los ámbitos de la política, la economía y la justicia, el punto de partida no es el mismo. Otra pregunta que me hago al analizar este tema es si todas las instituciones involucradas en el concurso aplican la perspectiva de género en las distintas instancias de elección. Si hablamos puntualmente del Poder Ejecutivo, espacio que nos atañe como gobierno provincial, fuimos la primera provincia en el país que estableció como requisito obligatorio el curso de perspectiva de género para acceder a la magistratura.
En cuanto a los concursos, es necesario recordar que son procesos meritocráticos, es decir, primero se da una instancia de evaluación por parte de un jurado respecto al rendimiento académico y profesional. Este jurado realiza las ternas y luego el Ejecutivo envía los pliegos a la Legislatura. En esta instancia, los y las legisladoras pueden proceder a la aprobación o no de los mismos. Entonces, conociendo el proceso, el índice de participación de las mujeres en el Poder Judicial y los puntos de partida diferentes que tenemos las mujeres en comparación con los varones en la carrera judicial ¿nos alcanza con exigir la paridad solo en el proceso de selección de autoridades del Ministerio Público de la Acusación y el Servicio Público de la Defensa Penal? No, también queremos que las mujeres ocupen más cargos de decisión dentro de las estructuras judiciales y necesitamos acciones concretas, con perspectiva de género, para equilibrar esos concursos.
Por eso estamos trabajando en establecer lineamientos con perspectiva de género que aumenten, progresivamente, la participación de las mujeres en los concursos, en los exámenes, en las ternas y en las designaciones. Ocupando así los lugares más estratégicos para el sistema penal de la Provincia de Santa Fe. Un trayecto evaluativo de idoneidad, trayectoria, diversidad en perfiles, compromiso con el futuro, experiencias. Ahora sí, esta última etapa de cierre institucional está en manos de la Legislatura.