CÍRCULO SANTA FE

Obras públicas: una de cal y una de arena

Las contratistas de la provincia tachan la obra pública de Javier Milei, pero se ilusionan con que Maximiliano Pullaro la sostenga. La deuda acumulada.

“Quiero transmitir con absoluta claridad, que toda obra empezada se va a finalizar; se termina la época en la que el Estado desconoce sus compromisos ante un cambio de autoridades”, prometió el gobernador radical en su discurso de asunción.

En ese caso habló de lo que está en marcha, por más que esté paralizado; la pregunta es si luego irá licitando nuevas obras. El ministro de Obra Pública, Lisandro Enrico, afirmó a Letra P que la idea es sostener la actividad. “El criterio es mantener las obras al ritmo que puedan las empresas y la capacidad de pago del gobierno”, afirmó.

Enrico debuta en un panorama adverso para el área y para el sector privado que ejecuta los proyectos. Esta semana hubo una reunión de la Cámara de la Construcción a nivel nacional con todas las delegaciones. El panorama no podía ser peor.

Como se señaló, las obras de fondos nacionales tienen los días contados. Si bien el ministro de Economía habló de no licitar nuevas, cae de maduro que las que están en proceso de ejecución no se terminarán en su mayoría. De hecho, la receta de traspaso a manos privadas mediante el sistema PPP, como contó Letra P, no se dará en forma inmediata y su concreción práctica dependerá de los resultados económicos del mediano plazo. Es decir, pueden quedar en un limbo eterno.

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Hay obras que incluyen fondos nacionales relevantes como el gasoducto Gran Rosario y otros dos, la ampliación de la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas, hasta la cascada del arroyo Saladillo o la refacción del Monumento Nacional a la Bandera que había despegado, aunque se estiraba desde el gobierno de Mauricio Macri.

El ‘no hay plata’ que repite el presidente y sus laderos con un dejo de jocosidad, no les causa ninguna gracia a las constructoras que ya empezaron con despidos que atañen a obras nacionales. “No hay más espalda”, sostuvo un empresario del rubro.

El titular de la delegación Rosario de Camarco, Mariano Schor, repasó el panorama nacional: “No se sabe nada. No hay nombramientos, no hay definiciones, los contratos están todos rotos, las ecuaciones económicas todas rotas”.

La situación en la provincia, según explican el gobernador y el ministro del área, se mantendría y eso tranquiliza al sector, aunque tampoco es color de rosas. Hay obras puntuales que no cierran y podrían “neutralizarse”, es decir, apagarlas por ahora hasta que mejore la situación, vaya a saber cuándo. Hablan de stand by en algunos proyectos puntuales; se verá si vuelven a prender.

Mientras, se acumulan certificados adeudados a septiembre y octubre que tienen promesa de ir regularizándose y al parecer no habría mayores inconvenientes, un tema que se desbandó en el último año de Omar Perotti al ritmo inflacionario, al punto de paralizar obras. Es decir que el gobierno nuevo se saltea el inicio de esta crisis con las contratistas.

Ahora bien, ¿cómo financiará las obras el gobierno provincial en este contexto crítico? Una alternativa podría ser el financiamiento a través del mercado de capitales con el Mercado Argentino de Valores (MAV), una sociedad anónima que es integrante de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Además se piensa en la figura de fideicomisos, sobre todo en cuestiones de vivienda y hábitat.

En tanto, para los proyectos de los corredores productivos de la ruta 21 y Timbúes, se sumaría activamente al sector privado, por ejemplo, no descartan a las cerealeras. Todo está intentando acomodarse en un escenario de incertidumbre total, pero la necesidad apurará cuando arranque el año y el motor pida pista. Un marco oscuro para las contratistas, aunque puede llegar a fraguar alguna que otra mezcla en Santa Fe.

Las obras viales en riesgo con el modelo de Javier Milei
Maximiliano Pullaro y la plana mayor del gobierno: la vice Scaglia, y los ministros de Gobierno y Economía Fabián Bastía y Pablo Olivares (al fondo).

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