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El 18 de marzo pasado Elisa Carrió tiró una de sus típicas bombas. Con un video, donde se mostraba junto a la dirigente santafesina Lucila Lehmann anunciaba que la Coalición Cívica no sería parte del frentes de frentes que todavía no tenía el nombre formal Unidos para Cambiar Santa Fe.
Casi dos meses más tarde y en esa línea, Lilita recurrió de nuevo a las redes: "Estoy muy feliz de anunciarles que la @CCivicaSantaFe, llevará la candidatura a Gobernador de Eduardo Maradona, empresario rosarino, fuertemente comprometido con las Pymes de todo el país y la de @LucilaLehmann como 1ª Legisladora Provincial. ¡Gracias por dar este gran paso!".
Lo de Lehmann era previsible. La ex diputada nacional es la dirigente de mayor confianza suya en esta etapa, y el modesto objetivo de la CC en Santa Fe es que pueda acceder a una banca en la Cámara baja provincial. Si bien el nombre de Maradona daba vueltas hace un par de semanas en los pasillos de la política, no deja de ser una novedad la confirmación de que asumirá la campaña electoral en la provincia.
La novedad es porque Maradona, más allá de lo llamativo del apellido, no es un empresario de perfil alto. Es propietario de una firma denominada Gaspel que fundó en 1985 en Rosario y se dedica a la comercialización de materiales de construcción, revestimientos, sanitarios y calefacción, tanto para minoristas como para grandes obras.
Su trayectoria institucional hoy lo tiene como miembro de Monapy, el Movimiento Nacional de Pymes que canaliza a un empresariado de todo el país que no se siente representado por la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (Came).
De hecho Maradona lo expresó en distintos reportajes el año pasado: “La Came no nos representa porque nunca en la vida hizo nada”. Su discurso como dirigente empresario pone eje en la falta de financiamiento, el peso de las cargas sociales y la litigiosidad laboral.
También participa de Protegiendo Santa Fe, una movida de instituciones de la sociedad civil que interactúan en forma permanente con los legisladores nacionales por Santa Fe para abordar las problemáticas específicas de la provincia, y en particular el seguimiento presupuestario en sus faces de elaboración, sanción y nivel de ejecución.
La Coalición Cívica inscribió listas propias para las elecciones provinciales a pesar de que cuando Carrió decidió romper, sus dirigentes provinciales participaban de la mesa en la que se cocinaba el frente Unidos Para Cambiar Santa Fe con la UCR, el PRO, el socialismo y otros partidos minoritarios.