Finalmente, el PRO llevará una sola precandidatura para la intendencia de Rosario. La diputada nacional Germana Figueroa Casas anunció que bajaba su postulación y, de esta forma, el concejal rosarino Carlos Cardozo, del riñón del presidente provisional del PRO, Federico Angelini, será el representante del espacio en la interna de Unidos para Cambiar Santa Fe. La foto de quiebre en el macrismo que se plasmó durante la noche de cierre de listas terminó con la renuncia de la actual diputada nacional.
“En un momento crítico, el PRO y Juntos por el Cambio no deben separarse. La unidad es un valor y por eso creo que a pesar de las diferencias debe haber un solo candidato a intendente del espacio en esta ciudad”, anunció en un video Figueroa Casas. Su candidatura duró 10 días.
El análisis de la decisión tiene varias direcciones, sobre todo a la hora de repasar a quién le conviene que se baje la fórmula. En primer lugar a Cardozo, que no tendrá que dividir los votos del PRO con Figueroa Casas.
Para el intendente Pablo Javkin, que buscará su reelección, asomaba como un beneficio una interna con varios adversarios que se dividan los votos. Caída Figueroa Casas, Cardozo puede tener un electorado más a fin con el otro candidato de la interna de Unidos que en principio tiene condiciones para cosechar votos en el mismo sector, Miguel Ángel Tessandori, un híbrido político que viene de muchos años como periodista televisivo y que no se identifica con ninguno de los partidos que integran el frente electoral en particular.
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En las filas de Carolina Losada, candidata a gobernadora del sector donde está enrolada Figueroa Casas, sostuvieron a Letra P que la decisión responde a que todo el aparato será puesto para la carrera a la gobernación y que el candidato del espacio es el propio Javkin. "Se ordena de arriba para abajo".
Por su parte, desde la intendencia municipal descartaron cualquier intervención en el resultado de la disputa entre los dos sectores del PRO que habían inscriptos precandidaturas.
Un dirigente macrista de Santa Fe apuntó a Letra P que “no había lugar para dos candidatos del PRO”. “No tenía sentido desde el vamos, era probable este final”, agregó. La lectura indica que suponía más una disputa interna del PRO que una real competencia de posicionamiento para la intendencia.
Más allá de las conjeturas acerca de los beneficios políticos en la interna, hay una mirada más simple que resaltan de un sector del PRO: se descontaba una derrota de la diputada a manos del concejal. “Iba a serle complejo que gane. ¿De qué se iba a disfrazar si le ganaba Charly?”, sostuvo una fuente al tanto de las negociaciones previas. Del otro bando desmienten esta proyección y creen que Losada podría haberle dado un empuje, más allá de que se vote con boleta única y el arrastre no sea lineal.
El tironeo que se vivió el día del cierre de listas provocó incluso una discusión entre Federico Angelini, quien es precandidato a la vicegobernación de Losada y muy cercano a Mauricio Macri, y Julián Galdeano, armador clave de la periodista. Según trascendió, aquella noche la propia Figueroa Casas se comunicó con el expresidente y la respuesta fue algo agria. Diez días después terminó bajándose.