De esta manera, el gobierno empodera a un adversario de la familia Moyano y le lima poder a la poderosa federación nacional; Aladio a su vez consigue alfombra roja para avanzar con un convenio propio e independizarse definitivamente de la federación nacional, algo que por más que haya fallo judicial de por medio, sin voluntad política lleva tiempo concretar y poner en práctica. Sin embargo el moyanismo no se rinde: Juan Chulich, quien comanda el Sindicato de Choferes de Camiones, alineado con la federación nacional, avisó que no bajará los brazos.
El nuevo convenio colectivo que aprobará le gestión Javier Milei
Pablo Moyano, enfrentado a Javier Milei, se comunicó en los últimos días con el santafesino Juan Chulich.
El moyanismo santafesino confía que el sueño de Aladio quedará trunco porque entienden que solo podrá firmar el nuevo convenio con “cámaras provinciales y de muy pocos trabajadores”. Otro camionero sintetizó la posición de su sector: “Las grandes empresas no te van a firmar un convenio provincial, no pueden ir provincia por provincia e ir cerrando diferentes acuerdos sino que cierran en todo el país”.
Habrá que esperar la reacción de la Federación de Camioneros una vez que se oficialice el nuevo convenio y no hay que descartar alguna judicialización. Por lo pronto se espera algún rechazo público de la entidad y una movilización interna en todas las provincias para evitar fisuras.
Mientras tanto, en el gobierno evalúan la manera de sacar provecho de la disputa teniendo en cuenta que se trata de un gremio que es un actor central de la vida gremial y política en los últimos 30 años, con enorme capacidad de negociación y condicionamiento por su rol protagónico en la economía.