Tras la contundente victoria del domingo pasado, las miradas ya se empezaron a posar en la conformación del gabinete de Maximiliano Pullaro. Aunque en Unidos para Cambiar Santa Fe son reacios a hablar del tema, trascendió que el socialismo y el PRO tendrán al menos un ministerio cada uno, dado que el gobernador electo los considera socios mayoritarios de la coalición. Qué cartera le tocará a cada uno todavía está en discusión, pero en el PRO ya tienen un nombre: Roald “Coco” Báscolo.
Concejal de Reconquista, Báscolo fue el precandidato a intendente que el pullarismo presentó en esa ciudad cabecera del departamento General Obligado, en el norte santafesino. Si bien perdió la interna -Natalia Capparelli estuvo cerca de triplicarlo, aunque luego fue derrotada por tan solo 2 mil votos en las generales-, su nombre empezó a sonar en las charlas de café del PRO como una figura que los amarillos santafesinos quieren proyectar y, a su vez, recompensar. “La política le tiene que pagar a los leales”, dijeron. De todos modos, los nombres propuestos por cada partido deberán coincidir con los perfiles que demande el gobernador. No se trata de llenar casilleros así nomás.
“Coco se la jugó en las PASO en un lugar muy difícil”, explican. En General Obligado pisan fuerte dos radicales: Orfilio “Chacho” Marcón, senador departamental que el último domingo obtuvo su tercera reelección, y Dionisio Scarpín, exintendente de Avellaneda y senador nacional. Ambos, figuras muy cercanas a Carolina Losada. De hecho, el pullarismo aún hoy en ganador, sostiene que las elecciones legislativas de 2021 las perdieron por el resultado que se dio en ese único territorio.
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“Si bien hubo mucha presencia en General Obligado, no es lo mismo no tener que tener a una persona que se la juega en el territorio y hace campaña por vos”, deslizan en el PRO. A Báscolo no solo le reconocen eso: también sostienen que no pidió nada a cambio, ni siquiera cuando su mandato como concejal termina a fin de año. Por eso, dicen, es el primer anotado para integrar el nuevo gabinete en representación del partido amarillo.
Además, Báscolo cuenta con una buena consideración de Gisela Scaglia. Como contó Letra P, la vicegobernadora electa es empoderada por Pullaro como la interlocutora del PRO santafesino en el nuevo gobierno. Con ella negociará ministerios y demás lugares en el gabinete y será ella quien deba repartir puertas adentro de su espacio político. La condición que puso el pullarismo es una sola, y es la misma que le puso al socialismo: ser generosa con todas las tribus para mantener la paz interna. No es un desafío menor: el PRO está atravesado por internas y la negociación se avecina áspera.