La elección en la categoría de diputados dentro del frente Unidos para Cambiar Santa Fe fue tan reñida que, diez días después de los comicios, Clara García –63 años, contadora, parte de las gestiones socialistas desde 1989– tiene motivos para celebrar otra vez. Curiosidades de la política. El escrutinio definitivo confirmó su triunfo sobre el radical José Corral por apenas 2.896 votos, suficiente para que ella encabece la lista y para que su espacio coloque nueve de los veintiocho legisladores que competirán contra la oferta del PJ, liderada por el gobernador Omar Perotti.
En su entorno hablan de “triunfazo”. Y no es para menos: dentro de la interna García logró contener los efectos del huracán de apoyos que recibió Maximiliano Pullaro, quien a pesar del enorme caudal de votos que obtuvo no pudo arrastrar a la victoria a su propio candidato.
García está feliz, pero maneja una algarabía contenida. Sabe que falta un paso más. El 10 de septiembre buscará el objetivo final: imponerse en la general para liderar la Cámara baja provincial y conservar para el socialismo la misma cuota de poder que dejó su compañero de vida y ex gobernador, Miguel Lifschitz. De ganar, serían 14 los diputados –si se suman los 5 nombres de la lista por el sector de Antonio Bonfatti– aportados por su partido.
La Legisladora provincial recibe a Letra P en un despacho de La Usina, el búnker utilizado por Avancemos, su sector interno. Toma un cortado en jarrita y saborea, al mismo tiempo, el éxito que exponen los números definitivos de la elección primaria, donde alcanzó quizás el triunfo propio más resonante desde que participa en política.
“Si bien haber ganado la lista de diputados es un logro enorme, no es menor tener, en general, a muchos jóvenes a punto también de poder acceder a otros cargos. En los casos donde no se ha ganado, también ha servido como un buen posicionamiento de los cuadros más jóvenes. Porque para nosotros, a diferencia de otras aventuras políticas, aquí no se trata de ganar o perder. Se trata de ir formando, tener experiencia electoral. Ahora nos toca preservar identidad dentro de la alianza. Pero con votos”, describe García sobre los resultados de la elección primaria, pero también poniendo la lupa sobre la decisión embrionaria y “nada sencilla” para el socialismo de integrar Unidos, una jugada que, según admite, se tomó para que su partido no quedase “exclusivamente en lo testimonial de la política”.
–¿Ya habló con Corral?
–Tuvimos varias charlas. Te diría cordiales. Hoy me llamó para felicitarme.
–Pullaro hizo una gran elección, obteniendo más de medio millón de votos, pero eso no se trasladó a su candidato a diputado, a punto tal que usted logró ganar la interna. ¿Por qué cree que sucedió eso?
–Creo que hay varias cosas concurrentes. Por un lado, la boleta única que, como está en Santa Fe, permite una elección con un grado de detalle mayor del votante. Ya no hay un arrastre como con la boleta sábana. Cada cargo es meditado. Por otra parte, ya no está la época en la que un elector arrastraba todo. Y, además, la elección de un gobernador tiene un peso y un rigor que a veces en los cargos legislativos se hace más fluida. Ahí hay más chance de no jugar sólo a dos alternativas, si no de abrir el abanico a otras fuerzas políticas minoritarias.
–¿Qué cree que observó el electorado en Pullaro para que terminara alcanzado un respaldo hasta inesperado?
–A diferencia de lo que nos venían anunciando los medios de comunicación de orden nacional, donde parecía que arrollaba la antipolítica, yo creo que la gente cambió mala política no por antipolítica, sino por mejor política. Y creo que en Pullaro se advierte trabajo en equipo, trayectoria, solidez, más seriedad. Ha tenido muchos votos por mérito propio, pero también por errores de (Carolina) Losada, que creo hizo una campaña que no le resultaba cómoda. Parecía un guión impuesto que no le daba naturalidad ni convencimiento para pensar que uno estaba escuchando a alguien que estuviera convencida de lo que decía. Creo que ha sido un error de sus equipos. Tenía además un grado de confrontación del que la gente no quería participar.
–Hay analistas y dirigentes políticos que dicen que, a partir de la diferencia que obtuvo Pullaro, la de gobernador es ya una elección resuelta. ¿Usted cómo lo ve?
–Los partidos se juegan hasta el minuto noventa. Pero más allá de eso, y de que la prudencia siempre es buena consejera, creo que hay una decisión en la gente. Si bien las encuestas nunca predicen con exactitud, y más en este tiempo convulsionado, en todas aparecía la decisión de cambiar de signo político. Unidos ganó porque representaba una esperanza y un modelo mejor para Santa Fe, pero también porque hay una suerte de castigo a un mal gobierno de Perotti. Fue un mal gestor, lejos de la construcción política y lejos del apego a la verdad a las promesas de campaña. La gente todo eso lo sintió.
https://publish.twitter.com/oembed?url=https%3A%2F%2Ftwitter.com%2FClaraGarcia_SF%2Fstatus%2F1684240351882620929&partner=&hide_thread=false
–El peronismo hizo en Santa Fe la peor elección desde el retorno de la democracia. ¿Usted cree que fue exclusiva responsabilidad de la gestión actual?
–Sí, la derrota del peronismo tiene nombre y apellido y se llama Omar Perotti. Perotti arrastra con su mala elección a su partido. Él sacó la mitad de los votos que había sacado siendo gobernador. Eso es pérdida total de él y por la improvisación que tuvo en la candidatura de (Marcelo) Lewandowski. Hay un gran condimento de responsabilidad de Perotti en que, faltando una hora para el cierre de las listas, no hubiera consenso para tener un candidato a gobernador. Y tampoco para tener una lista de diputadas y diputados. Esa improvisación y también la falta de apoyo. Esa mala respuesta va a ser parte de la magra cosecha que va a tener el 10 de septiembre.
–¿Cómo desarrollará la campaña para la Legislatura? ¿Aferrada a la figura de Pullaro o con una tarea más segmentada? Desde el sector de Pullaro algunos quieren plantearlo como un mano a mano entre él y Perotti.
–Por supuesto que habrá muchas actividades que desarrollaremos juntos y otras en las que habrá que poner una lupa diferente, porque la elección a gobernador es de dos y la de diputados tiene un abanico mayor, donde la gente siente más libertad de elegir minorías. Entonces, ajustaremos esa propuesta en función de eso. Pero hay una unidad, si bien somos partidos políticos distintos. Obviamente cada uno querrá poner sus fichas, pero advierto que subyace una responsabilidad de no quedarnos en una minucia interna.
–¿Habló ya con Pullaro sobre esto?
–Lo llamé inmediatamente la noche que prematuramente Losada reconoció la victoria de él, sorprendiendo a todos porque no había ni siquiera datos oficiales. Lo llamé, estábamos con Mónica (Fein). También al día siguiente, donde hablamos con enorme cordialidad. Hablé con mucha gente de su equipo, de su lista, con los que estuvimos muchos años de camino recorrido compartido. Ahora nos toca armar mesas de diálogo para que cada partido tenga su identidad y aporte sus mejores cuadros. Eso va a ser enriquecedor.
–¿Ve al socialismo, que planteó haber sido corrido de la gestión municipal en Rosario, militar por la candidatura de Pablo Javkin?
–Por supuesto que voy a votar a Pablo Javkin. Más allá de las críticas, que las sostengo. Pero siempre han sido críticas de orden constructivo. Creo que estas sugerencias o ideas que uno pone sobre la mesa son para enriquecer. Y por supuesto no queremos que (Juan) Monteverde, que trae atrás a (Roberto) Mirabella y al Movimiento Evita, sea quien gobierne Rosario. De ninguna manera.
–¿Habló con Javkin?
–Sí, me llamó para felicitarme en un momento en que estaban los números en el voto a voto. Tuvimos una charla más que cordial y luego compartimos un acto de la Amia. Allí ya estábamos más distendidos, con la certeza de haber ganado.
–¿La idea es compartir actividades con él?
–Sí, por supuesto. Nuestros equipos técnicos y políticos ya se van a juntar. Para armar estas mesas y para consolidar que lo que vamos a hacer no es sólo ganar una elección, sino gobernar. Y para gobernar me parece bueno poner todas las cartas sobre la mesa antes, a tiempo. Discutir aquello que haya que discutir. Creo que todavía esas charlas hay que darlas.
–¿Esperan en Rosario una gestión más abierta?
–Rosario se merece un gobierno abierto. Creo que para el próximo intendente va a ser muy positivo abrirse más.
–¿Cómo imagina a un hipotético gobierno de Unidos en Santa Fe?
–Venimos en estos últimos cuatro años de una trayectoria tan mala, que nos deja muy en claro qué no hacer y qué hacer. Lo que no hay que hacer, son los errores que cometió Perotti. Hay que aprovechar la transición desde que ganemos hasta que asumamos. Una transición ordenada para no desaprovechar ni un solo minuto. Segundo, un gobierno enormemente planificado, cosa que tampoco hubo. En estos días ya se reunieron equipos técnicos. Cada uno llevaba sus aportes de campaña. Nosotros habíamos preparado, Mónica lo tenía, ciento treinta propuestas para los primeros cien días. Es uno de los aportes que llevamos a la mesa. Al gobierno de Perotti le faltó trabajo. Horas y días de trabajo. Estoy seguro que el nuestro lo va a tener. Nunca en una alianza todo está bien y todos coinciden sin inconvenientes. No, los hay, pero está en los líderes si echan leña al fuego o si bajan la espuma, separan lo que es más importante y van para adelante. Aspiro, tengo el convencimiento, de que Unidos va a trabajar así.