La sorpresiva victoria del candidato de Unión por la Patria (UxP) Sergio Massa se hizo extensiva a la provincia de Santa Fe pese a que quien ganó fue Javier Milei, de La Libertad Avanza. El dato es que, con el 99% escrutado, el peronista subió casi nueve puntos y el libertario cayó tres en comparación con las PASO, lo que abre una nueva dimensión para el ballotage y posiciona a la provincia en un lugar central para lo que viene.
El ministro de Economía enfocó en la provincia para que termine siendo clave en el poroteo final a nivel nacional. De aquel pedido en una reunión reducida con dirigentes para que apuesten a los 32 puntos en Santa Fe, a la reunión en el ministerio de Economía con intendentes y presidentes comunales donde arengó a la tropa. Todos movimientos que permitieron pasar de los 21 puntos de las PASO en la suma con Juan Grabois, a casi 30 en las generales y quedar segundo relegando a Juntos por el Cambio.
Todo eso en el marco de un peronismo santafesino arrasado, que le prende velas a Massa desde que perdió por paliza en todas las categorías en las elecciones provinciales. La victoria del ministro de Economía le da al menos pulso para sobrevivir en un escenario provincial adverso.
El trabajo territorial tuvo su efecto, básicamente porque en las PASO había sido muy escaso. Pero también pegó de lleno en la provincia, sobre todo en Rosario, la campaña para exponer los recortes de subsidios y políticas que pueden llegar si gana Milei tal como prometió. Con la victoria recién consumada, dirigentes peronistas santafesinos descontaban que el trabajo territorial para el ballotage se profundizará. La tarea de reconstrucción partidaria se aplaza un poco más.
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Resultados en Santa Fe con el 99% escrutado
En las PASO, el libertario había ganado en 18 de 19 departamentos y parece que creyó resuelta la victoria en las generales, porque prácticamente no hizo campaña, ni siquiera pisó la provincia. Ahora Massa le arrebató Constitución y Rosario, dos departamentos de perfil urbano y productivo determinante en cuanto a lo poblacional, San Javier en el litoral, y Vera en el norte.
El desafío es cómo agrandar ese 30% logrado, que es el piso histórico del peronismo en Santa Fe, y de dónde convocar para agrandar el espacio. La pregunta es si lo puede hacer solamente Massa en una convocatoria por arriba a nivel nacional que ya arrancó, porque el peronismo santafesino está en un desarme interno total. Esta es la segunda consecuencia del PJ desunido, la primera fue la derrota.
En ese tablero, Patricia Bullrich y Juntos por el Cambio cayeron más de cuatro puntos y no retuvieron siquiera el único departamento donde se habían impuesto en las PASO, pese a que tuvo varias visitas a la provincia, incluso cerrando su gira del interior en Venado Tuerto y apoyándose en el gobernador electo Maximiliano Pullaro, que poco pudo hacer con su apoyo.
Vale recordar que desde diciembre gobernará Unidos para cambiar Santa Fe que integra el radicalismo, el PRO y el socialismo, pero lo hará con Juntos por el Cambio desarmado, por más que no era el paraguas de la alianza. El posicionamiento que darán de cara al ballotage probablemente sea por partido y no en nombre de Unidos.