Pasaron más de dos meses desde la última vez que el diputado Gerardo Milman habló y se dejó ver públicamente. La acusación de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner por su presunto rol en el atentado en su contra generó investigaciones que pusieron la lupa sobre sus asesoras y sus gastos. En ese contexto, el primer halcón de la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, regresó tímidamente de su exilio y estuvo presente este jueves en Lanús durante el lanzamiento de la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires del intendente local, Néstor Grindetti.
Sin hacer declaraciones, lejos del centro de la escena, Milman se sentó en el primer anillo de la circunferencia del escenario 360º que armó Grindetti. Las figuras del PRO que acompañaron al intendente de Lanús en el lanzamiento se vieron sorprendidas por la presencia del diputado. No así a la propia Bullrich, que estaba al tanto. Según reconstruyó Letra P, desde fines del año pasado que no tiene vinculo alguno con quien fue su jefe de campaña.
¿Qué hacía ahí Milman entonces? Ante la consulta de este medio, en el equipo de campaña de la titular del PRO explicaron que no se lo puede dejar afuera si se hace presente en un acto, en especial teniendo en cuenta el rol que ocupó. “No tiene nada que ver con nuestra campaña, pero no podemos no permitirle que vaya a un acto”, sostuvo uno de los colaboradores más cercanos de la exministra de Seguridad.
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El diputado Milman en el lanzamiento de campaña de Grindetti.
Mientras en la Justicia, todavía, no hay indicios algunos de la participación de Milman en la planificación del atentado contra la vicepresidenta, en el PRO el diputado pasó a ser un actor marginal. Prueba de ello fue el recorte de contratos que redujo su despachó a la dotación mínima de personal. “Fue todo muy desprolijo y nos dejó expuestos”, agregó otro de los colaboradores estrechos de Bullrich.
El encargado de afrontar toda la situación en Diputados fue quien reemplazó a Milman como jefe de campaña, el legislador porteño Juan Pablo Arenaza. Dentro del comando bullrichista explicaron además que existía una gran preocupación por la salud del diputado, que adujo un cuadro de depresión desde la acusación de CFK.
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La aparición de Milman generó, además, revuelo puertas adentro del PRO, en donde creen que no tendrá un rol ni siquiera institucional luego de que el expresidente Mauricio Macri le pidiera a Bullrich que lo corriera de su armado. Ella lo protegió hasta que se enteró de las desprolijidades en el manejo de fondos y contrataciones. Ahí se llegó al punto de no retorno y se evaluó pedirle la renuncia a su banca. La opción todavía sigue en la mesa.
Como contó Letra P, la salida de Milman generó también cambios en la estructura de campaña de Bullrich. Arenaza quedó como el coordinador de todos los esfuerzos. Los equipos técnicos siguen bajo la supervisión de Alberto Fohrig. En la provincia de Buenos Aires el diputado Sebastián García de Luca tiene la labor del cierre de acuerdos en cada uno de los distritos.
A nivel nacional el secretario de la Presidencia del PRO, Damián Arabia, y el también diputado y vicepresidente del partido, Federico Angelini, actúan en yunta en busca de adhesiones para la candidatura de Bullrich. La fiscalización y la movilización, dos temas centrales en la campaña, quedaron bajo el ala de la exembajadora ante la OEA, Paula Bertol, y el miembro de la Cámara Baja, Hernán Lombardi, que fue el encargado de las marchas de “Sí, se puede” para buscar la reelección de Macri en 2019.
